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Me mire en el espejo y tenía mi camisón gigante que utilizo para dormir, cero sensual.

Andrew tocó la puerta varias veces.

-Maia ábreme- lo escuche decir

Coloque mi mano dudando si abrirle o no.

-Al demonio- susurré para abrirle la puerta

Él estaba con ropa de ejercicio mirándome.

Sus ojos estaban bastante oscuros.

-No sabes lo que corrí tratando de sacarte de mi mente- cerró la puerta para pegarme contra la pared.

-Te deseo tanto- beso mi cuello sin dejarme reaccionar

-Eres mi droga favorita- pasó su mano por el interior de mi camisa

Su mano fue directo a mi seno derecho el cual apretó.

-Eres todo lo que pedí- sonrió para besarme

El beso era de deseo completamente.

Salte en sus brazos para estar más alta que él.

Sus manos estaban en mis nalgas evitando que me bajara.

-Por dios nena- sonreí mirándolo

-Si me tengo que quemar en el infierno que sea ahora- susurre contra sus labios

Él comenzó a caminar conmigo en brazos.

-Ahí no que es la habitación de nuestra hija- dije sin pensarlo

-Nuestra hija- me sonrió ilusionado

-Bueno estamos casados ¿no? - levanté mi dedo con el anillo

-Vamos a nuestra habitación- volvió a besarme

No quería corregirlo solo quiero que me haga suya una vez más.

Entre beso y beso mi camisón terminó en algún lado.

Solo estaba con mis bragas puesta.

Él me recostó en mi cama para quitarse su ropa.

Volvió a recostarse sobre mi mientras me besaba.

-¿Lista?- dijo tomando la esquina de mis bragas

Asentí sonriéndole

Los dos en segundos nos quedamos desnudos.

El calor se hizo presente en mi habitación.

Podía verlo en todo su esplendor, él colocó su miembro efecto en la entrada de mi vagina.

Cada pieza encajaba como si se tratara de un rompecabezas. Mordí mi labio inferior cuando sentí como mis paredes se abrían para él.

Como mi ser lo recibía con gusto.

-Andrew- gemí mientras él iniciaba a moverse

El choque de la cama contra la pared fue haciéndose presente en todo mi apartamento.

Andrew arremetía contra mi cuerpo como si de eso dependiera su vida.

-Más suave que se quejaran mis vecinos- dije sonrojada

-Que sepan que no estas sola- beso mi cuello mientras se movía más duro

-Andrew- gemí mientras mi espalda se encorvaba

Salió de mi interior mientras me giraba.

-Tremenda nalgas- las golpeo haciendo que me dolieran

-No abuses tampoco- dije con dolor

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora