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Al fin él regresaba y no sabía que hacer.

Había perdido el contacto con él por varias semanas.

Mensaje

"Amor hoy estaré llegando en la madrugada, perdón que no pudiera responder tus mensajes y llamadas, mi celular murió y tuve que hacer varios trámites para conseguir un modelo nuevo. Te veo en casa, no tienes que pasarme a recoger, no quiero que estés conduciendo tan temprano y con nuestra hija. Las quiero demasiado"

No había dormido nada mientras leía su mensaje.

Las horas pasaban y él no llegaba.

En el centro de nuestra cama estaba Victoria dormida abrazando su peluche de luna.

¿Por qué no me había ido?

Es posible la pregunta que todo el mundo se puede hacer ahora, pero no dañaría mi matrimonio por más falso que sea por unas fotos que él no me ha explicado.

Sentí unos pasos por el pasillo y me hice la dormida mientras dejaba mi celular en la mesa.

Escuché como abría la puerta de la habitación de Victoria.

En segundos la de nuestra habitación se abrió dejando que un rayo de luz se asomara.

Cerré mis ojos con temor de que supiera que estaba despierta.

-Dios – lo escuche susurrar

Sentí como se subió a la cama para besar mi frente y luego mis labios.

-No saben como las extrañe-

Quería que me explicara todo de una.

Quería saber quién era la tipa que estaba dormida a su lado.

Él se levantó de la cama y entró al baño.

Se que no era momento de pelear con él porque recién llegaba.

Me puse de pie sintiendo el frío del suelo, dudé un poco en si debía entrar al baño o no.

Tome el pomo de la puerta sólo era girar un poco y podía entrar.

¿A que le tenía miedo?

Tome valor y entré al baño

Él estaba lavándose la cara así que no podía verme.

Pase mis manos por su cintura y pegué mi rostro en su espalda.

No sé porque tenía una mezcla de emociones.

Estaba muy feliz de verlo, pero a la misma vez me encontraba triste.

-Amor- sentí como acaricio mis manos

Hice un espacio para que él pudiera girar.

-Te extrañé- beso mi frente y no sé en qué momento comencé a llorar

-No llores- limpio mi rostro

-Me hiciste mucha falta- confesé

-Ustedes dos a mi también- me abrazó con fuerza

-¿Qué haces despierta a esta hora? ¿te desperté?- me miro preocupado

Negué mientras limpiaba mi rostro

-No, solo te estaba esperando- sonreí

-Tengo muchas cosas que contarte, pero será mañana. Ahora ve a la cama, me cambio y me acuesto a tu lado- asentí

Salí del baño y moví un poco a Victoria para la esquina colocando a su lado almohadas para que no se saliera.

Se que mañana podríamos aclarar lo de la foto, así que hoy solo dormiré en sus brazos quizás sea el último momento así en mi vida.

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora