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-Buenas, buenas- entró Alejandra a mi mini oficina

-Deberías tocar- señale la puerta

Ella volvió a salir y toco la puerta

-¿Sería posible hablar con mi mejor amiga?- asentí mientras ella entraba

-Cuidado con Victoria que está dormida en el sofá- la señale para que la viera

Ella se sentó cerca de mi y me miró

-¿Qué te trae por aquí?- continué con mis dibujos

Debía hacer muchas cosas en el día de hoy y Victoria se había levantado enferma.

-Bueno pues Ricardo creo que posiblemente me pedirá matrimonio- la mire sorprendida

-¿Como así?-

-Bueno pues después de la pelea me presento como su esposa- dijo emocionada

-Alejandra- camine hasta su lado y me senté con ella en el otro sofá

-No quiero que te emociones mucho- acaricie su mejilla

-Se que quizás mañana no me lo pida, pero es algo que se que podemos alcanzar – sonreí junto a ella

-Realmente estoy orgullosa de ti, pero debes pensar en las cosas que vienen después – quería que sus pensamientos fueran realista

-Casarte requiere que ustedes inicialmente se amen y todo los aspectos. Cuando vives con una persona ves las cosas que no te gustan. No es fácil el cubrir tus necesidades y el de alguien más- ella asentía escuchandome

-Mira cuánto dinero necesitas para que ustedes vivan bien y no dependas de su sueldo- ella asintió de nuevo

-No te lo había comentado, pero los otros días estábamos viendo casas- la mire sorprendida

-Vieron alguna que te gusto- ella asintió

-Mira la que queremos es esta- ella buscó en su celular una foto de una casa que no estaba terminada.

-Es completamente nueva y posiblemente la podemos tener cuando se complete- asentí impresionada

-Ya sabes lo que pienso- asintió

-Si, buscare un trabajo en donde gane más- me sentía un poco mal de que no le podía dar un puesto estable todavía

-Espero que cuando ya tenga todo un poco más estable te pueda contratar- ella asintió sonriendo

-También estoy tomando unos cursos de costura así te ayudo un poco en todo esto- sonreí

-Me alegra escuchar eso- recoste mi cabeza en su hombre

-¿Qué te ocurre a ti?- sonreí al notar como ella me conocía muy bien

-Pelamos- no tenía que decir su nombre

-Le quite las llaves de mi casa- se hizo un silencio entre nosotras

-Maia nosotros hablamos y no puedes ser tan impulsiva, primero tienes unos bebés a los que cuidar- hizo que la mirara

-Él es el padre de tus hijos y que estuviera hablando con mujeres no es para ponerte celosa así- me señaló

-Es que se notaba muy coqueto- ella negó

-Por el amor a Dios Maia sé que quizás sean cosas del embarazo, pero debes tratar todo con calma. Ustedes dos no están juntos- asentí

-Lo se, pero solo me sentí celosa- sonreí nerviosa

-Pues aquieta esas emociones cariño- volví a asentir

-Hermosa es momento de publicar las fotos- Misael entró emocionado

Enamorando al magnateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora