Estuve tres días sin parar haciendo el juegos.
-Buenos días, señor Wilson- sonreí mientras él salía de su edificio
-Buenos días, señorita tome le toca guiar- me lanzo las llaves de su auto
-¿No tiene miedo que choque? – siempre le decía lo mismo para evitar conducir
-Si le pasa algo a mi bebé tu me lo pagaras- me señaló para subirse en el pasajero
Hoy no había logrado mi cometido.
-Vamos- susurré al subirme
Él asintió mientras cerraba sus ojos.
Conduje con calma para no tener que pagar nada.
Llegamos como era lo habitual en media hora a la empresa.
Me estacioné frente a la empresa, pero él no se despertaba.
-Señor Wilson- lo moví y él no reaccionaba
Me quite el cinturón de seguridad para bajarme del auto.
Abrí la puerta del pasajero y el no reaccionaba.
-Por dios si que duerme profundo- entre mi cuerpo mas al auto para quitarle su cinturón
-¿Cómo que estás muy cerca? – intente separarme rápidamente, pero choque con la parte de arriba del auto
-Dios- me queje de dolor mientras él se reía
-Deberías ser más cuidadosa- acarició mi cabeza dejándome sorprendida
-¿No saldrás? – asentí rápidamente mientras que salía rápido
-Estaciónelo donde siempre- susurro para entrar a su empresa
Yo lo seguía de lejos ya habían sido demasiadas cosas en un solo día.
Como todas las mañanas algunas empleadas lo saludaban con cierto coqueteo.
Tomamos el elevador juntos.
-¿No piensas comprar mi café? – lo mire incrédula
-No-
-Todo lo debo hacer yo- se quejo
Levanté mis hombros restándole importancia.
-Fíjese hoy si que necesita el café, pero no es día de cobro- salí del elevador y me senté en mi puesto
Él no me paga por cada café que le compraba y hoy tenía el dinero un poco contado.
-Hablaremos de eso más tarde- me señaló para ir a su oficina
Las cosas entre nosotros eras un poco raras, solo durábamos un segundo sin pelear.
-Antes de que se me olvide, mañana tiene una actividad que ir conmigo- asentí
-Mierda- susurré al recordar que no había realizado ningún trámite de mi pasaporte.
Si se entera me matará.
Pase unas horas en silencio haciendo algunos trámites necesarios.
La campana del elevador hizo que mi mirada subiera para encontrarme con una diosa de mujer.
-Buenas vengo a ver a Andrew- sonrió
-¿Tiene cita?- negó
-Su nombre por favor- sonreí mientras marcaba el número de mi jefe
-Scarlet Smith- asentí
Llamada
-Bueno- respondió
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Enamorando al magnate
RomanceTodo inicia con el pie izquierdo, el muestra sus grandezas mientras ella solo intenta hacer los números en su trabajo. El es un magnate reconocido por muchos países. Dirige una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. Soltero por decisión pro...