Capítulo XI

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Venezuela:

Me llamaron a esa misión porque soy muy buena francotiradora, y puede ser que no este bien conmigo misma, que tenga crisis, problemas y muchas cosas que cualquier país puede tener, pero he sido fuerte, o más bien HE TENIDO QUE SER FUERTE. Y creo que nadie valora eso.

Pero en fin.

En esta misión, no habían pruebas, ni sospechosos, alguien sabía mucho de Estados Unidos, y su hermana, Canadá, era su soborno, tristemente le estaban haciendo daño, y no podíamos hacer mucho al respecto.

Así que en una junta decidimos buscar toda la información sobre Estados Unidos, como voluntario se ofreció México ¿Quién mejor qué el para aprenderse la vida de su “amigo”? Ellos tenían una relación amor-odio.

Pero servía mucho, y claro, Chile y Colombia por seguir a su amigo y tratar de involucrarse más, también se ofrecieron.

Pero ¿Alemania? Esa linda rubia acababa de entrar a la misión, y se ofreció de voluntaria ¿Con los tercermundistas? Eso era raro, pero me importaba poco, tenía que entrenar para la hora de la verdad.

Me fui a mi habitación en el hotel, estaba en el tercer piso, habitación 302.

Quise llamar a Colombia y hablar un rato, porque ella está diferente, yo como su hermana mayor debo saber lo que le sucede, y también ayudarla.

Además algo me estaba matando, y era amor, sí, la francotiradora estaba enamorada ¿De quien? Es Siria, sí... Una chica... Soy lesbiana, y eso no está mal, pero tampoco necesito gritarlo a los cuatro vientos, porque para mí solo es suficiente la aprobación de mi familia, y sí, Colombia, Ecuador y Panamá me aceptan, y también algunos otros representantes, como Perú, Chile, Argentina, México y Costa Rica entre otros.

La mejor parte, era que Siria también era lesbiana ¡Si! Pero el detalle, era que nadie lo sabía aún, era un pequeño secreto, uno entre ella y yo.

Bajé de mi nube por unos golpecitos en la puerta del hotel ¡Que chimba! Mi hermana está aquí.

Abrí la puerta y me encontré con Colombia, muy feliz y lista para convivir conmigo, entró a la habitación con una sonrisa y se sentó en una de las camas.

– ¿Que pasa? – habló con una sonrisa.

– No, la pregunta no va para mí, Colombia. ¿Qué te pasa a ti? – hablé de una manera suave y pasiva, solo quería que estuviera cómoda.

Ella llenó de aire sus mejillas y abrió mucho los ojos, soltó el aire y me miró.

– Lo perdí... Vene, es feliz con Dom. – sus palabras fueron tan débiles, y con un dolor aún notable. – Pero... He estado hablando con Rusia y... Es muy buena persona. – dejó ver una sonrisa de esperanza con un brillo singular en sus ojos. Me alegré por ella.

– Col, esos son los riesgos de amar, y está bien ¿Si? Tal vez Méx no es el indicado. – traté de tener tacto para no herirla más.

Irónico, las cosas dan muchas vueltas.

Colombia asintió, era triste no poder decirle a mi propia hermana lo que tenía con Siria, pero era peligroso, ya que Siria aún estaba escondida en un clóset, por así decirlo.

La noche fue magnífica, ambas caímos dormidas, cada quien en una cama, no me dí cuenta ni en qué momento, pero olvidé cualquier cosa mala que estaba pasando, en ese momento solamente pensaba que estaba en un cuarto durmiendo con mi pequeña hermana.

México:

Domi ya era mi novia, pero de ninguna manera iba a dejar que esto se fuera de lo tradicional, con ayuda de Chile y Argentina iba a pedirle noviazgo de la manera más decente posible, agradezco al cielo que todas las habitaciones tengan balcón.

TU, YO Y LA LOCURA DEL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora