Pandora. [Justin Bieber Fanfic]

25.Novia cadaver.

Había pasado una semana desde la pelea de Justin y Nick. Desde entonces no habían hablado en absoluto.

Después de las clases volví a mi habitación y al abrir la puerta ya no había ni una sola pertenencia de Caroline. Me fijé bien en la cama de Caroline. La ropa y las cosas que había sobre la cama no eran suyas.

-Tu compañera y tú no os llevais muy bien por lo que veo .- afirmó Stella, la prima de Nick desde el pasillo.

-No que va, somos muy amigas.- omití la parte del enfado.

-¿Y qué clase de amiga pide un cambio de cuarto? .- Stella entró en mi habitación con su maleta.

Entonces supe que sería mi nueva compañera de cuarto. Preferí no contestarle ni contarle nada sobre Caroline, no me apetecía tener a más gente pendiente de mi vida.

-Nick y tu tuvísteis un buen comienzo, tienes suerte, muchas chicas morirían por estar con él.- siguió hablando Stella.

-No estamos saliendo, simplemente nos llevamos bien.- ella sonrió como si yo hubiera dicho algo gracioso o.como si no me hubiese escuchado.

Nick me hablaba siempre que podía, siempre que Justin no estuviera delante.

No habia hablado con Justin desde la pelea y tampoco el había puesto interés en buscarme.

Stella y Nick no se cortaban ni un pelo para decir las verdades. No tenían miedo de nada ni verguenza alguna. Aún así me caían bien, aunque a veces era molesto que se entrometieran de más en mi vida.

-¿Ese es tu disfraz?.- pregunte a Stella señalando la bolsa donde lo guardaba que estaba colgando en su armario.

-Sí, iré de novia cadáver .- sonrió. Tenía la misma expresión que su primo Nick. Es como si hablara con los dos al mismo tiempo.

-Odio Halloween, nunca trae nada bueno.- refunfuñé cruzándome de brazos.

- Quizás mi primo haga que este Halloween sea inolvidable para tí .- volvió a entrometerse y no le contesté.

Pasadas unas horas me puse el disfraz que había escogido.

Un vestido negro rasgado por los bordes, más largo por uno de los lados y con cintas rojas de encaje adornándolo. No iba disfrazada de nada en especial pero me daba miedo verme con eso puesto.

-El negro te favorece .- dijo Nick observándome mientras yo me estaba mirando por última vez en el espejo. El iba disfrazado de dracula, muy tipico.

-¿Desde cuándo estás ahí?.- pregunté confusa.

Parecía que había perdido la noción del tiempo mientras me miraba en el espejo. Él se limitó a sonreír.

-Pense que no vendrias nunca .- admití graciosa. Él sería mi compañero en la fiesta. Me daba igual si a la gente le gustaba o no, y por gente me refería a Justin.

El internado daba mucho repelus. Telarañas falsas colgaban de las lámparas y en cada esquina nos aguardaba un susto de muerte.

Todos los pasillos estaban apagados y las luces azules y lilas muy tenues alumbraban los rincones. Calabazas con caras terroríficas decoraban las escaleras. El jardín de la entrada estaba repleto de tumbas de cartón y voces horrorosas distorsionadas retumbaban por los altavoces.

-Odio Halloween .- le susurré a Nick en el oído que se limitó a mirarme y a sonreír, como siempre.

-Ahora vuelvo, tengo que hacer algo .- me avisó antes de irse dándome un beso en la mejilla.

Me quedé sola en medio de aquel odioso y oscuro pasillo.

De repente vi unas linternas alumbrando al final.

No pude evitar recordar el asesinato del chico. Era la misma puta escena y la estaba viviendo por segunda vez. Tragué saliva nerviosa.

Como era de imaginar, tan solo eran unos adolescentes estúpidos gastando bromas de mal gusto. Al menos lo eran para mí.

Solté el aire que tenía acumulado en los pulmones aliviada. Me giré y me encontré de golpe con un enmascarado. Llevaba un antifaz negro con una capa también negra. Apenas se le distinguía de la oscuridad. Por la forma de mirarme supe quien era inmediatamente.

-Qué quieres.- dije cortante.

-Mi padre no mató a mi madre.- confesó Justin sin esperarme en absoluto esas palabras.

-¿Cómo dices?.- me cogió desprevenida. Hacía días que no tocaba el tema con nadie, y él tampoco se había dignado a hablar conmigo sobre aquello.

-Que no era mi madre.- repitió - Era la tuya.- la respiración se me cortó al oír sus palabras.