-¿Que te ha dicho?.- me preguntó Caroline refiriendose a Justin y su misterioso comportamiento conmigo.
-Nada...vamos o llegaremos tarde.- la cogi de la mano y fuimos juntas por el pasillo medio corriendo.
Los demas ya estaban en la entrada del Internado asi que nos dirigimos hacia allí deprisa aunque sabía que Lucas no empezaría la clase sin mí y eso me resultaba reconfortante.
-Justo a tiempo.- me susurró Caroline sonriente soltando mi mano.
-Si, tenemos suerte.- le respondí devolviendole la sonrisa mientras notaba la mirada de Lucas sobre mí.
-Bueno, comencemos la clase de hoy con tres vueltas al Internado,cuando termineis os quiero a todos en la entrada, y no intenteis escaquearos, pues lo sabré.- nos ordenó Lucas con tono amigable. Sin duda se convertiría pronto en el mejor profesor del Internado para todos los demas, porque para mí ya lo era.
-¿A qué esperas?.- me preguntó Caroline al darse cuenta de que yo estaba embobada pensando en mis cosas.
-A eso.- le dije mientras Lucas daba la señal de salida con su silbato y Caroline resopló con impaciencia.
Todos comenzamos a correr despacio, menos dos o tres que sin duda tenian mas resistencia y velocidad que los demas y seguramente terminarian antes de que yo pudiese dar siquiera la primera vuelta.
Esa primera vuelta fue eterna, pues se juntaron la falta de entrenamiento con la insufrible conversación de Caroline acerca del nuevo profesor. No paraba de describirlo una y otra vez. Se habia fijado en cada uno de sus lunares, pecas...hasta el color detallado de sus ojos...¿tan obsesionada estaba con Lucas? Seguro que él se estaba echando unas risas a mi costa con toda esta situación.
Iba terminando la primera vuelta y tuve que pasar por la puerta del internado, como era logico, para comenzar la segunda, y alli estaba Lucas, apoyado en un arbol con su postura sexy y en ropa de deporte, mas sexy todavia. Era mi compañero en esto de ser ángel, pues hasta que el no llegó a mi vida, me encontraba totalmente desorientada entre demonios. Él puso un poco de orden en mi cabeza.
Durante esos segundos la incesante vocecita de Caroline cesó, aunque no por mucho tiempo pues en cuanto le perdimos de nuevo de vista ya estaba hablando de él de nuevo.
Fue entonces, sin esperarmelo, cuando caí de boca sobre el suelo, en un terreno bastante rocoso por mala suerte.
Primero fueron las manos, haciendo que se me abriera una de las muñecas debido al impacto.
Luego las rodillas, que sangraban aunque yo no las sintiera en ese momento.
Y la cara fue lo peor, pues podia oler perfectamente la sangre, fruto de una brecha, y sentir su calor recorrer mi cara desde la ceja hasta la mejilla.-¿Que coño has hecho subnormal?.- escuché gritar a Caroline, parecía muy enfadada, pero yo no tenía culpa de haber caído. Intenté mirarla para saber por qué estaba tan enfadada conmigo si había sido un accidente, pero el sol me cegaba por completo.
-Ella se ha puesto en medio, y estas son las consecuencias.- escuché decir a Justin con arrogancia, aunque no estaba segura de su voz.
-Eres un...- siguió despotricando, Caroline no me hablaba a mí, sino a Justin.
-¡Ey!.- exclamó Lucas que llegaba corriendo hacia nosotros. Noté como me giraba y me mirada la cara. Me sentia la boca seca con sabor a sangre, pero era de la ceja, que habia llegado hasta mis labios.
-Ha sido un accidente.- dije a duras penas algo confusa.
-¿Estas loca? Él te ha tirado por si no te has dado cuenta.- me gritó Caroline demasiado fuerte, tanto que me molestaron los oidos.
-¿Eso es cierto?.- me preguntó Lucas con preocupación.
-No lo se, pero si Caroline dice haberlo visto...- murmuré sin ganas.
-¡Claro que lo he visto! Con estos ojitos, ese hijo de puta te ha puesto una zancadilla a posta para que cayeras sobre las piedras.- parecia bastante enfadada.
-Esa es una acusacion muy grave.- insistió Lucas.
-No es una acusación, es la verda.- le repitió ella.
-¿Y qué si es cierto?.- se defendió Justin cruzándose de brazos.
-¡Ajá! ¿Veis? El mismo lo admite.- Caroline creia que esa lucha estaba ganada, pero no se acordaba de que tiempo atras, y aun ahora, Justin seguia siendo intocable, por ser el hijo del director.
-Estas expulsado, recoge tus cosas.- le ordenó Lucas con ingenuidad.
-Soy intocable.- le respondió en un susurro entre carcajadas.
-Ella también.- le respondió Lucas tajante, enfrentándose a él.
-Me da igual quien sea.- respondió Justin con indiferencia.- ya no me importa.- concluyó antes de irse hacia el despacho de su padre para contarle lo ocurrido.
No podia creer lo que mis oidos aún confusos escuchaban.-Ya te tengo pequeña.- me susurró Lucas cogiendo del suelo entre sus brazos y me llevo así hasta la enfermeria, donde me vendaron la muñeca y me desinfectaron las heridas.
El director irrumpió allí a carcajadas, sorprendiéndonos a todos.
-¡Buen trabajo muchacho! Me gusta tu estilo, directo e imponiendo autoridad sobre los alumnos.- le dijo el director a Lucas.
-Supongo que su hijo le ha contado el altercado.- le respondió manteniendo su postura firme.
-Si, claro que si, mas bien accidente, y en circunstancias normales el responsable habria ido a la calle, pero resulta que es mi hijo el acusado injustamente, claro está, asi que tendremos que olvidar este "altercado".- dijo antes de irse de nuevo a carcajadas.
-No hagas caso, Justin se cree con derecho sobre todos, a ti sólo te tiene envidia.- le intenté calmar.
-Ya...es intocable...y me tiene envidia por que tu tambien lo eres ahora, gracias a mí.
-Lo sé, contigo sé que estoy a salvo.- le dije, acercandome a él.
Fui tan rapida como un rayo, pero pasó, le di un beso a Lucas, que ahora era mi profesor, y eso no estaba bien a los ojos de los demas, que no conocian nuestra historia.
-Madre mia...- dijo Stella desde la puerta, que nos habia visto besarnos, por muy breve que fuera ese beso.