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La clase de Química habría pasado con la misma rapidez de una tortuga anciana si no hubiera sido por su gran compañero Emmett Cullen. Se dedican a cuchichear entre ellos y a jugar con sus lapiceros como espadas en los últimos minutos de clase, asegurándose de no reír tan alto para pasar desapercibidos. Gracias a que el fortachón ha tenido esa clase unas ochenta veces, no se preocupa por los apuntes que debió haber tomado.

—Entonces, ¿naciste en Tennessee? —susurra con fascinación a Emmett cuando la clase llega a su fin. —¿En... 1915?

—Así es —le contesta con una sonrisa. Siendo honesto, le agrada toda esa atención por parte de Oly.

—O sea que eres un chico country —ríe para sí misma. Emmett la empuja con su cuerpo; es sólo un toque, pero se tambalea hacia el lado contrario, y le regresa el gesto con un poco más de fuerza para siquiera moverlo un milímetro. —Hubiera sido genial verte en aquella época. ¿Eras igual de molesto?

—Igual de encantador, querrás decir —Oly rueda los ojos con burla, soltando un "ajá" sarcástico. —Es cierto, puedes preguntarle a Carlisle si quieres.

—Claro que lo haré —le asegura antes de proseguir con sus preguntas—, ¿y cómo fue que te uniste con ellos?

Emmett arruga un poco su nariz, manteniendo su característica sonrisa simpática de siempre.

—Estaba cazando cuando un oso me atacó. Rosalie me encontró y me llevó con Carlisle para que me salvara —la chica abre los ojos de par en par, completamente avergonzada por sacar el tema a la luz, aunque no parece incomodarle al fortachón. —Siendo honesto, enana, no estuvo tan mal convertirme.

—¿Puedo preguntar por la respuesta? —añade de manera cautelosa.

—Rosalie apareció al igual que un ángel pudo hacerlo y decidió ayudarme, salvar a un completo extraño. Llegó sólo para hacerme bien —las comisuras de sus labios se estiran con nostalgia. Sus palabras se tiñen de una repentina e intensa adoración, así como... de amor. —Es lo mejor que tengo en mi vida. Ella es el amor de mi vida.

Sonríe con ternura al ver aquella faceta de Emmett: es la primera vez que presencia la manera en que se expresa de la Cullen rubia. Por dentro podrá lucir temible y alguien con quien no dudarías en salir de su camino, pero por dentro es la persona más dulce y agradable de toda la existencia. No le cabe la menor duda.

Cálculo pasa con un poco más de rapidez siendo que en ésta solamente se les pidió presentarse por la asistencia y para recoger el primer examen del año escolar. Toma la hoja de forma ansiosa: los últimos días se esforzó en estudiar los temas pedidos junto a Jasper y Alice, ésta última siendo bastante buena en esa materia.

Se detiene apenas cruza el umbral, convirtiéndose en el obstáculo que varios estudiantes deben esquivar. Cuando ha podido desviar la mirada del papel, divisa a Jasper reclinado sobre unos casilleros a unos metros de su salón.

Hello, stranger ━━Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora