Sus pasos se escuchan desde el principio de las escaleras hasta el final gracias a sus botas negras. Toma el suéter que cuelga del perchero y se lo pone mientras hace malabares con su mochila y su teléfono en mano. Cuando está por abrir la puerta, alguien más lo hace desde afuera.
—Papá —lo saluda al estar cara a cara.
—Hola, Oly —responde con voz suave y entra a la casa. —¿Ibas de salida?
Oly asiente torpemente en su dirección.
—Eh, planeaba ir al local de envíos a recoger un paquete —no hace ningún gesto, pero sabe que su padre está invitándola a hablar un poco más. —Mañana es cumpleaños de JJ y le he comprado algo.
—¿JJ? —pregunta con sorpresa. Sí, todavía no está del todo al tanto con la vida de la hija que vive bajo su techo. —Yo- eh, tendré turno hasta en la noche, así que estoy libre ahorita. ¿Quieres... puedo llevarte?
Oly parpadea varias veces antes de responder: —claro.
Dentro del auto, lo único que se escucha es la manera en que el motor revoluciona cuando Demian cambia de velocidades.
—¿Cómo se encuentra JJ? —es válido el intento del hombre de romper el hielo con Oly.
—Bien. Estuvo enfermo los últimos meses, pero ahora está mucho mejor.
—Me alegro por él —al igual que la joven, le extraña que no le haya sido posible levantar el teléfono en todo ese tiempo para haberle avisado siquiera, pero Demian no dice nada. —¿Y el resto de los chicos?
—Nos hemos vuelto a juntar. También estuvieron... ocupados —opta por decir eso y no que, de igual manera, tuvieron mononucleosis en caso de que Demian salte en su defensa y le pida que tome su distancia. Como si esos meses no hubieran sido suficientes. —Ya aclaramos las cosas y todo está bien entre nosotros. Me reuniré con ellos después de recoger el paquete.
—¿Qué le has comprado? —pregunta con genuina curiosidad.
Oly desvía la mirada con algo de pena. —Antes de que se enfermara me contó que colecciona tazas. Lo hacía junto a su padre hasta que se divorció de su madre; compraban tazas en cada tienda que tuvieran.
—¿Le mandaste a hacer una taza?
—De color azul y con estrellas amarillas —responde con una pequeña sonrisa. —Y aproveché el descuento para comprarle una a su tía. Sé que le gusta tomar café en taza, no en termo.
La sonrisa de Demian se engancha conforme el auto avanza con velocidad por las calles.
—¿Le darás algo más?
—Imprimí un par de fotos que nos hemos tomado con los chicos y otras de paisajes. Le relaja tenerlas pegadas en el techo de su habitación.
Ambos se bajan del auto para entrar al local de envíos y entregas. Pasan por una tienda donde la muchacha compra una bolsa para la taza y el resto de las fotos y regresan por donde vinieron.
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Hello, stranger ━━Jasper Hale
Фанфик❝ La forma en que él la veía, la forma en que sus ojos siempre terminaban viajando hacia cada pequeño movimiento que hacía, como si verla fuera la más maravillosa forma de pasar el resto de su vida: eso fue lo que me quedó claro desde un principio. ...