❝ La forma en que él la veía, la forma en que sus ojos siempre terminaban viajando hacia cada pequeño movimiento que hacía, como si verla fuera la más maravillosa forma de pasar el resto de su vida: eso fue lo que me quedó claro desde un principio.
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[ capítulo largo ]
—Hola, espero que estés bien. Yo... eh, sólo quería avisarte que tengo que irme de Forks. Sólo será por unos días, no tardaré —explica atropelladamente a la par que mantiene el teléfono en su oreja para usar ambas manos en meter ropa a una maleta. —Es... algo importante, iré con Demian. En cuanto aterrice mi avión te lo explicaré.
Cierra la cremallera y deja la maleta en el pasillo, todavía estando en la llamada. Regresa a su habitación para tomar más cosas, como su identificación y el dinero guardado dentro de los marcos con fotos. Pega un salto cuando algo choca contra el piso.
—Lo siento —musita Embry con pena y Oly rueda los ojos.
—Sé que estarás bien, las dos lo estaremos. Sí, me enteré sobre el asunto de la tribu y lo que son. Ya tendremos la oportunidad de hablar —las curvas de sus comisuras se elevan. Mete lo necesario a su mochila y se la cuelga al hombro, ya lista. —Lamento... lamento que hayamos peleado, en verdad. Estábamos en un momento complicado. Todo lo que dije... nunca fue mi intención lastimarte.
Alguien sube por las escaleras, puede escucharlo con la puerta cerrada. Embry se alarma y se esconde a lado de la cómoda, haciéndose lo más pequeño que puede.
—¡Oly! —Demian grita. —¡Tenemos que irnos!
—¡Ya estoy lista! —contesta al alejar el teléfono. Demian se mueve por la planta de arriba hasta que vuelve a bajar los escalones y Embry suelta un suspiro. —En fin, tengo que irme, pero te prometo que arreglaremos las cosas. Te quiero, Bella. Volveré pronto.
Termina el mensaje de voz y lleva la mano hacia atrás para guardar el teléfono en el bolsillo de sus pantalones. Embry le lanza las llaves de su escritorio y Oly las atrapa en un movimiento.
—Aquí va de nuevo —Embry se acerca hasta poner ambas manos sobre los hombros de la humana. —Llegarás como en unas cinco horas a Nueva Orleans, cinco si cuentas lo que duren en el traslado del aeropuerto hasta el hospital y todo eso. Se quedarán de tres a cuatro días ahí después de la operación, donde JJ-
—Va a estar cuidándonos y al pendiente que no nos haya seguido nadie —añade por él.
—Cállate, yo estoy diciendo el plan —le recrimina con el dedo índice apuntando su cara y continúa. —Como decía, JJ los cuidará en todos esos días sin que sea descubierto por tu papá. No queremos dramas en estos momentos.
Oly ríe, pero vuelve a ser callada por el castaño empeñado en aclarar las cosas por décima vez.
—Nosotros nos quedaremos en caso de que la pelirroja regrese por aquí, con Bella bajo nuestra protección. Seguramente no los seguirá a ustedes por el olor de JJ.
