Podría quedarse en su cama, entre las sábanas, con su pijama puesta hasta que el reloj marque las doce, indicando otro nuevo día. O podría escaparse por la ventana, llamar a JJ y fugarse con él a Port Ángeles o al primer lugar que se le venga a la mente.
Podría hacer algo en ese momento, cualquier cosa. Lo que sea con tal de desaparecer antes de que sea muy tarde.
—¡OLY! —ya es tarde. No hay forma de que vuele en tres segundos hasta la puerta y la cierre con seguro para salir despedida por la ventana. No hay salvación alguna. —¿¡Está despierta la cumpleañera!?
Muy. Tarde.
La puerta choca con estrépito contra la pared, dándole paso a un Demian sonriente con ambas manos en la cintura. Oly se remueve en su cama, dejando apenas un ojo abierto para ver lo que sea que se planee hacer su papá.
—No sé de qué hablas, aquí solo estoy yo. Tal vez te confundiste de casa, viejo.
En un segundo, Demian se encuentra volando en dirección a su cama y, por consiguiente, hacia ella. No hay tiempo suficiente para que se mueve y puede jurar que sus huesos crujen por el impacto.
—Feliz cumpleaños, abejita —susurra con emoción y la rodea en un gran abrazo. Oly sonríe y se permite regresarle el gesto, convencida de que será de los pocos que tendrá en ese día. —No puedo creer que ya eres mayor de edad. Apenas ayer tenías ocho y te estaba quitando chicles morados del cabello con las tijeras.
—Mi cabello no te agradece lo que hiciste esas veces, eh —contesta sin el mínimo esfuerzo de querer fingir molestia. No en ese momento. —Gracias por estar aquí, siempre.
—¿En dónde más podría estar sino aquí, contigo? —aprieta la nariz de Oly entre sus dedos antes de acostarse completamente en su cama y voltearla a ver enternecido. —Eres la mujer más maravillosa que hay, hija. Eres el corazón más noble y el alma más buena que ha existido, y no sabes del orgullo que siento por haber sido afortunado de atestiguar en quien te has convertido hasta el día de hoy.
Sus ojos arden al segundo y vuelve a zambullirse en los brazos de Demian con el objetivo de no echarse a llorar en ese momento.
—Te quiero con todo el corazón, papá. Jamás dejaré de agradecerte por apoyarme todos los días, por ayudarme a cambiar a ser alguien mejor —pero, ¿realmente lo es? ¿Es aquella persona que ha descrito Demian? ¿Cómo está seguro de eso? Oly sorbe su nariz y le da una palmada en el hombro. —Nada de lágrimas, viejo. Lo que nosotros necesitamos son wafles.
—Ya están listos y servidos en cuatro platos sobre la mesa —los ojos de su hija brillan a la velocidad de la luz. —Ajá, pero primero arréglate, sabandija.
Le avienta la almohada a la cara y Demian no logra esquivarla, causando una gran risa en Oly. El hombre se va y cierra la puerta, dejando a la joven sola.
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Hello, stranger ━━Jasper Hale
Fanfic❝ La forma en que él la veía, la forma en que sus ojos siempre terminaban viajando hacia cada pequeño movimiento que hacía, como si verla fuera la más maravillosa forma de pasar el resto de su vida: eso fue lo que me quedó claro desde un principio. ...