Capitulo 17

39 7 27
                                    

Lágrimas

Selena

Mis labios se apretaron, el latir de mi corazón era fuerte y despiadado, mi mente empezó a dar vuelta, en mi cabeza no había más que confusión, gritos además de desesperación, la mano de Charlie estaba en mi cintura, mis brazos estaban dormidos con leves cosquilleos, me esforcé por mirarlo a la cara y expresar lo mal que me sentía, su mirada era seria y de un momento a otro empezó a sonreír.

Odio este sentimiento.

― ¿Que has hecho?

El negó acercándose a mi oído, su respiración agitada chocó contra mi clavícula.

― Esta va a ser nuestra canción.

Choco sus fríos labios sobre mi mejilla izquierda, hizo que me apoyara en su pecho. No sentía nada, mis pies parecían estar en el aire, y dudo que pueda dar más de dos pasos sin caer de cara al suelo.

¿Por qué me estaba haciendo esto?

Estaba entrando en pánico, miraba hacia mis lados buscando ayuda de alguien, pero no había más que parejas y amigos disfrutando del momento. Sus brazos cada vez apretaban más mi cintura, y yo odiaba eso.

― Me has drogado, hijo de puta.

Esas palabras se encerraron en mi boca, solo salió un susurro de ellos.

― No te haré nada malo, lo prometo.

¡Cállate, idiota!

Mis piernas comenzaban a desmayarse, haciendo que me aferre a su anatomía, mi corazón iba a mil, no sabía en qué nivel de peligro estaba, mi boca estaba seca, mordí mis labios al mismo grado de que sangraran, pero no sentía nada.

Estaba en problemas.

― No haría nada que te dañara, Bulgovic.

Lo estaba haciendo.

― ¿Por qué, Charlie?

Su mirada se oscureció llenándome de horror.

― Porque siempre eliges mal, porque tu sola elección daña todo y haces que me moleste.

― Detente, por favor.

Sus manos me apretaron con más fuerza.

― Haría cualquier cosa por ti, solo debes pedírmelo.

― Quiero que te alejes de mí.

Soltó una carcajada que ahogó al instante de mirarme a los ojos.

― Todo menos eso.

Mis ojos comenzaban a cristalizarse, él no me hace sentir para nada segura.

― Tu no lo quieres a él.

¡Joder, Arwen!

― ¡Tú no me conoces!

Ciertamente, nadie puede apostar por alguien, porque al final de cuentas te terminas encontrando con un demonio detrás de una dulce sonrisa, si tan solo no me hubiera confiado en él. Una gota de agua calló sobre mi mejilla, una persona golpeó mi espalda con su cuerpo, electrizando mi piel.

― ¡De una buena vez vayámonos Park! ―Era la voz de un chico.

Pude oír como el canto de los ángeles por fin me favorecían, ya no estaba sola.

― ¡Olvídate de ella! ¡No es más que una prostituta barata!

Mis labios sangraban, podía sentir el líquido que corría sobre mi mentón, un golpe se oyó detrás de mí que produjo el silencio de aquel chico que no dejaba de insultarme. Empujé a Charlie, no pude contenerme, mis piernas flaquearon y terminé en seco sobre el suelo, no podía entrar en razón, todo lo que podía ver, eran rostros borrosos.

Serendipity [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora