Un nuevo miembro
Selena
La inestabilidad de mis pasos me delataba, había conseguido llegar a mi habitación sin ningún problema, me despoje de todas mis prendas ha velocidad de la luz, mis padres aún dormían o eso me hacían creer. Me coloque el uniforme que debo usar para dar inicio a una nueva jornada en la universidad, es como un ritual de iniciación, trae buenas calificaciones, según la directora Olivia. Se supone que hoy debo de ir por los demás, pasar por sus casas y recogerlos. Y no es que vivamos tan cerca que digamos.
― ¡Joder!
Las 4:15 marcaban en aquel despertador sobre mi cómoda. Lo agarré con mis manos, para hundirlo bajo la almohada, no conseguí apagarlo, por desesperación me senté sobre él para que parase, después de unos segundos, logre mi cometido, aunque no sabía si las bestias ya se habían levantado.
― Uff, menuda cojudes. ―Suspire por lo bajo.
Pinte mis labios frente al espejo, aún recuerdo los besos que le robé a Park, se carga unos malditos labios, a cualquiera le provocaría lujuria tomarlos. Después de hacer una raya fuera de la línea de mis labios, por el susto que me provoco un repentino sonido, detuve mi atención hacia mi ventana, la cual daba a la casa de mis vecinos.
― ¿Qué mierda está pasando?
Esa era la casa de los Jordán, una familia repleta de policías, se supone que ellos son la orden. ¿Por qué rayos ponen la música a ese volumen? Baje las escaleras rápidamente, mis padres ya estaban levantados, pero no del todo despiertos, abroche los últimos botones de mi terno, mostrándole un rostro confundido a mi madre.
― ¿Qué ocurre con los Jordán? ―Frotaba sus manos sobre sus ojos.
Me encogí de hombros, mostrándole lo poco informada que estaba. Llegue hasta la puerta marrón, temiendo tocarla, gracias al gran letrero que enmarcaba en ella.
― ¿Desvía tu sucia mirada?
Ignore tal aviso, y toque lo más fuerte que pude, el primer, segundo y tercer intento fue un gran fracaso, fui gravemente ignorada.
― Nadie me ignora.
Rodee la casa, llegando al patio trasero y pasando por aquella puerta blanca que daba a la cocina. Jamás hubo algún problema con nuestras familias, y nos llevábamos lo bastante bien como para dejar pasar este excesivo mal comportamiento de mi parte, pero al ver con más claridad me di cuenta de que los Jordán no eran parte de este terrible acto. Retrocedí al comprender que esta era una mala idea, pero no logré largarme de allí, una sartén fue azotada en el piso, mordí mis labios del miedo, temía mucho dirigir mi mirada hasta donde provenía el ruido, pero después de tantos infartos, pude voltear mi mirada, llevándome una gran sorpresa.
― ¡No me jodas! ―Su mirada ya la conocía.
Y mi cara era como la de un bufón, el karma no deja de sorprenderme, me pinta la cara con colores siempre.
― Sé que estuvo mal entrar sin permiso.
En primer lugar, jamás estaría aquí, a no ser por el concierto que está dando con sus grandes parlantes.
― ¿Y recién te das cuenta?
― Yo no soy la que está molestando a mis vecinos con todo este ruido.
― Así me inspiró, tonta.
Si así se inspira, no sé qué esperar de él como vecino.
― ¿Inspirarte en qué?
La primera vez fue en un ascensor repleto de sangre, la segunda fue en el bus, y no esperaba encontrarlo una tercera vez.
― En limpiar.
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Serendipity [✔]
Teen FictionHabían luces parpadeantes que prendían y apagaban sus corazones, como algo inevitable que daba paso a la oscuridad, a un mundo de ruinas lleno de problemas, ansiedad y depresión que nadie más que ellos comprendían. 5201314 fue lo que escribió el chi...