Serendipity [✔]

Capítulo 39

Love love love

Selena

Soy diferente siempre lo he sido.

Me tomo un tiempo regresar en sí, llevo puesta la maleta que Park me dio, esperándolo en su moto, fue a comprarme zapatos, si me hubiera avisado con anticipado que él vendría a mi casa, hubiera pasado de todo, evitando que se topará con Kenneth, los dos no se tragan.

Eran las 18:26 p.m. algo tarde, por lo general siempre me la paso con Arwen, ya estoy acostumbrada, pero, mi mamá no.

Mis calcetines eran una mugre, mal día para usar blanco.

Me sentía ansiosa.

Las personas me quedaban viendo por unos segundos y continuaban con su camino, si Arwen no se apresura en salir de esa bendita tienda, prometo que yo iré y lo sacaré de allí. Una patrulla se estacionó en una de las gasolineras, mis ojos coincidieron con uno de los oficiales, mi cara estaba sería y no hice nada para demostrar lo contrario, la última vez tuve una pelea con ellos, simplemente no me gustan los policías.

Por eso siempre elegí ser el ladrón cuando se trataba de jugar ese dichoso juego de niños.

Kenneth había pedido pizza, y no pude comer ni una rebanada.

― Pensé que te ibas a quedar durmiendo allá.

Me senté en el filo de la vereda sacudiendo mis calcetines, mire como Park se sentaba frente a mí tomando uno de mis pies para ponerme los zapatos, le quedo una pequeña cicatriz en su ceja, ahora que me pongo a pensar.

― ¿Cómo te la hiciste?

Pregunte tocando por encima de su piel, era pequeña, pero si se notaba si te acercabas lo suficientemente a él.

― Una historia que no vale la pena contar.

― ¿Cómo qué no? ―Tome de sus mejillas haciendo que me mirara― Escúchame, que te quede claro algo, no hay cosa alguna que no me importe de ti, te has vuelto mi prioridad en todo el sentido de la palabra, desde la más pequeña partícula hasta tus bellos labios, todo de ti importa, que si te hundes ahí estaré para ser tu salvavidas, no dejare que te vayas antes que yo... jamás Park, jamás te vayas antes que yo.

Aquella mirada sigue siendo la misma, la misma con la que lo conocí, la misma con la que nos dimos nuestro primer beso, la misma con la que me alejé de él.

― Siempre me vas a importar.

Ato el cordón que faltaba y me miró de nuevo.

― Kenneth lo hizo.

― ¿Qué?

Eso fue hace mucho, y creo recordar que nunca vi tal cosa en su cara.

― Lo busqué para dejarle en claro lo que tú significabas para mí, y para asegurarme de que no iba a intentar algo contigo, se lo advertí.

― ¿Le advertiste qué?

― Que, si resultabas dañada por su culpa, no la iba a contar.

― ¿Y, te golpeó?

No estaba comprendiendo nada.

― Lo provoque lo suficiente como para que me diera el primer golpe, y sonreí por eso, porque eso era lo que quería, ya tenía una excusa para que se viera mal ante ti.

― ¿Te estas escuchando Park?

Me estaba enojando por lo imbécil que se escuchaba.

― Lo sé, estuvo mal, pero eso no es todo.