Meteoritos
Selena
Voltee a ver hacia los pasillos como si de eso dependiera mi vida, Arwen ha regresado al hospital después de cinco días, no le he preguntado, ni he entrado en detalle de lo que hablamos por el celular, él se ve algo pálido, y de alguna forma su contextura se ha vuelto más delgada, el evade el tema cada vez que le pregunto por lo que le está pasando, enrollando sus brazos y hablándome de cosas triviales. Esto se está tornando difícil y cruel de su parte, porque él cree que de alguna manera no me importa.
― ¡Hey, Rachel!
Mis pasos alcanzaron a la castaña de ojos grises que empujaba un carrito de medicinas, empecé a entrar en pánico al darme cuenta que no tengo tema de conversación.
― Selena, ¿ya te vas? ―Pregunto dándole espalda a los dos chicos que estaban ante mis ojos.
― Sobre eso. ―Le sonreí― Me preguntaba si podíamos hablar... ― ¿hablar? ¿Hablar sobre qué? Me quedé muda, ante mi falta de ideas.
― ¿Qué ocurre? ―Miro su reloj de muñequera.
Trague saliva, mientras trataba de encontrar mi cerebro. Se supone que tengo uno.
― Música. ―Pronuncie de pronto.
― ¿Música? ―Parecía confundida.
― Me preguntaba si podíamos dejar que los niños se relajen con música, podría tocar para ellos.
― ¿Tocas algún instrumento?
― Aja. ―Ese pequeño sonido salió de mi boca, mientras detrás de ella caminaba Arwen sigilosamente con Connie en su espalda, vamos a terminar en la cárcel.
Mordí mi labio con recelo, tomé el hombro de Rachel al momento en que su libreta calló de sus manos, le sonreí, mientras me agachaba para recoger por ella aquel objeto, Arwen me sonrió por lo bajo, perdiéndose entre las escaleras.
― ¿Qué te parece si primero lo hablo con mis superiores?
Regrese a ella con un suspiro de alivio.
― Me parece genial.
Di algunos pasos largos antes de que su pequeña mano me detuviera, por un momento pensé lo peor, por un momento el corazón me dio un maldito salto de susto, por primera vez en mucho tiempo quise redimirme. Pero...
― No me dijiste el instrumento.
¡Shit!
― La flauta. ―Mentí.
Tan pronto como me libre de la enfermera, baje con el corazón hecho un huracán, todo se trata de riesgo cuando estoy cerca del pelinegro, es como si en su cara existiera una señal de: "¡Alto! ¡peligro!" todo a su alrededor me hace sentir que me estoy arriesgando a ser destruida, explotando y alejándome de la burbuja en la que he vivido por años, como si lo necesitara para continuar con esta patética estancia en este mundo.
― Lo has hecho de lujo.
Su mano estaba entrelazada con la de Connie, la cual llevaba un hermoso vestido rosa y zapatos amarillos mal combinados, llegue hasta ellos actuando de lo más normal o eso creo yo. Hubiera sido más fácil pedirle a la madre de Connie que nos permitiera cuidarla por un día, pero según la pequeña eso no iba a funcionar.
― Fui muy torpe, me comprometí a cantarles la próxima semana.
― ¿Tu cantas, Alicia? ―Los labios de Arwen se fruncieron, mientras me miraba coqueto.
― Algo, pero no es la gran cosa.
Sacaba la billetera de mi mochila, ahora que recuerdo, para subir en estas cosas se necesitan tarjeta.

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Serendipity [✔]
Roman pour AdolescentsHabían luces parpadeantes que prendían y apagaban sus corazones, como algo inevitable que daba paso a la oscuridad, a un mundo de ruinas lleno de problemas, ansiedad y depresión que nadie más que ellos comprendían. 5201314 fue lo que escribió el chi...