Capítulo 9

140K 7.8K 12.7K
                                    

Derek y yo en una piscina, yo desnuda, él a unos metros... Joder.

Ava ebria no pensaba con la cabeza.

—¿Esta es tu venganza? —preguntó con una sonrisa divertida, mientras apartaba el agua de su rostro.

—¿Esta travesura? —Englobé el espacio con la palma de mi mano, antes de bufar—. Por favor... Ni la décima parte. —Rodé los ojos mientras empezaba a acercarme a él—. Ugh, Keller, hay tantas cosas que podría hacerte.

Mentiría si dijera que mi mente no había considerado miles de escenarios en los que me vengaba de él... y miles otros en los que los finales eran más... excitantes.

—¿Cómo cuáles? —Su gesto cambió, se tornó más galante, más peligroso, y yo no le temía a ese Derek. Todo lo contrario, amaba jugar con él.

Bueno, un poquito tal vez.

—Podría... —empecé.

—Ajá...

—Acercarme a ti... —Con ambas manos, recorrí suavemente sus brazos bajo el agua, hasta que llegué a sus hombros.

—Sí... —Siguió el juego, acariciando mis codos, para después acercarme más a él atrayéndome con ellos.

—Y...

—Y...

Le sonreí, conforme con lo que diría.

—Ahogarte.

Derek se acercó a mí hasta que llegó a mi oído, frotó con suavidad sus pulgares contra mi piel, y en un grave susurro dijo:

—¿Estás tan segura de eso?

Su aliento en mi oído hizo que viajara en el tiempo y recordara lo bien que se sentía que estuviéramos juntos. Mi cuerpo se estremeció por completo. Derek me buscó la mirada, y conectar con la suya solo me debilitó aún más los sentidos. Ambos estábamos ahí, en una piscina, de noche, solos. Yo con nada menos de lo que podía quedar de dignidad. El momento fue tan intenso que solo una cosa podía suceder.

Correr.

Así que lancé con fuerza un chorro de agua a su cara y escapé.

Dentro de mi cabeza se soltaron las alarmas, reflectores rojos se encendieron y empezó a sonar un sonido fuerte junto a la palabra «PELIGRO».

No iba a caer. Me prometí no hacerlo.

—Sally... —Lo oí seguirme.

Yo seguía alejándome lo más rápido que podía, claro que la bendita agua me jugaba en contra.

—No corras.

—¡Sally sabe correr! —exclamé en voz aguda.

—Ven... —Sentí la determinación en la suya.

—No me atraparás, Keller. ¡Alejaos!

Cuando estuvo por llegar a mí, huí.

¿Cómo?

Pues salí de la piscina.

Subí las escaleras y me dirigí al bar. Recordé que estaba desnuda, y no sé si fue el alcohol o el despecho o tal vez un «ya ni modo», pero no me importó en lo absoluto, todo lo contrario. Caminé derecha y confiada sabiendo que Derek se había quedado en la piscina probablemente en estado de shock.

Yo no hacía esas cosas, pero, bueno, nunca había estado en una situación similar. 

Me estiré un poco para alcanzar una de las botellas, la abrí y di un largo sorbo, mientras me daba la vuelta para encontrarme con Derek.

ABISMO © [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora