Olivia Carson no era una persona normal.
Mi teoría fue reforzada cuando me obligó a cargar un hervor de hierbas, mientras ella, con un ramo de quién sabía qué, lo bañaba en el líquido y lo sacudía por el salón de la gran casa donde nos estábamos hospedando.
El viernes salimos de Toronto en su auto retro y fuimos a disfrutar del festival que ella tanto quería junto a Polo y el nuevo invitado: Rafael.
Nos la pasamos de concierto en concierto. Bebimos, bailamos con desconocidos y fuimos a fiestas en las casas vecinas. Sin embargo, decidimos quedarnos un par de días más y esa mañana Liv despertó con uno de sus ataques de locura.
—Uhmmalala... —vociferó recorriendo la sala de enormes paredes de cristal, sacudiendo su ramo.
—Aún no entiendo qué se supone que hace eso.
—Es para purificar el ambiente —me explicó con seguridad—. La casa es rentada y soñé que almas antiguas nos poseían.
Okey...
—Chicas —nos llamó Rafael, entrando por la gran puerta de vidrio del patio trasero con su pecho desnudo y brilloso a causa del bronceado—. Las estamos esperando, vamos, dejen eso.
Se acercaba a nosotras cuando Liv pegó un grito fuerte y señaló una pared.
—¡ALMA NEGATIVA, DESAPARECE!
Del susto, hice un movimiento torpe que provocó que un poco del contenido de la olla cayera en mi abdomen.
—¡Ahhhh! —chillé al sentir el líquido caliente—. ¡Madonna e Santo Antoniooooo! —empecé a gritar dando saltitos—. ¡Quema! ¡Quema! ¡Queeeema!
—¡Quítate la ropa! —exclamó Liv—. ¡Voy a traerte un paño frío! —Trotó fuera del salón.
Me saqué la camiseta sin dudarlo. Dios, ¡cómo quemaba!
Rafael se arrodilló frente a mí con el semblante preocupado y me tomó de las caderas para ver la quemadura. Empezó a soplar el área de mi abdomen que estaba tan mojada como enrojecida, joder.
—¿Duele mucho? —preguntó.
—¡Sí! ¡Ugh! —jadeé.
—Mi niña...
—No puedo más...
—Tranquila, tranquila.
—Rafo...
—Estás ardiendo...
—Necesito...
—¡¿Qué mierda?! —La voz enfadada de Derek me sorprendió.
Giré sobre mi hombro y ahí estaba él, junto a Leo y Becca, en la puerta de la casa. Rafael aún me sostenía de las caderas y se inclinó hacia la derecha para verlos también.
Mi cabeza hizo click: Yo estaba en brassier, Rafael no llevaba camisa, estaba arrodillado frente a mí, mientras yo jadeaba. Tranquilamente podía malinterpretarse si alguien veía la escena de espaldas a mí, que era exactamente como ellos estaban.
Derek dio un paso dentro con una postura que daba la impresión de poder destruir todo lo tenía a su alrededor, pero Liv apareció corriendo junto a Polo y gritando con un paño en la mano.
—¡La salvación!
Por poco se lo arranqué de las manos, lo coloqué en mi abdomen y el quemor menguó de inmediato.
—Ugh... —gemí del alivio cerrando mis párpados. Y, al abrirlos, me encontré con los ojos de Derek en los míos, pasó saliva y desvió la mirada.
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ABISMO © [Disponible en físico]
Romance¡YA EN LIBRERÍAS! [Esta versión es un borrador] Ella no quiere caer por él. Él quiere recuperarla. Dos promesas en guerra. Solo una puede cumplirse. Tras descubrir la verdad, Ava ha decidido empezar una nueva vida libre de secretos y lejos de qui...