Antes que lean, queremos probar algo. Una lectora nos dio la idea y pensamos hacer la prueba con este capítulo. Vamos a ponerles un reto y, si lo cumplen, reciben un premio.
RETO: Si este capítulo llega a los 1K / 1000 comentarios antes del próximo viernes, subiremos el siguiente capítulo durante la semana. Pero de igual forma publicaremos uno el viernes. Entonces, si lo cumplen, tendrían dos actualizaciones la prox semana!
Queríamos probar esto, ver qué tal funciona y si a ustedes les gusta la idea de a veces darles retos para que tengan actualizaciones extras. Ahora sí, a leer!
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Abrí los ojos y, después de unos segundos, me percaté que estaba acostada en el sofá en casa de los chicos cubierta con la manta. Los recuerdos volvieron a mí en ese periodo en el que te despiertas del todo, pero aún tienes cara de oso perezoso.
—¡Oh! ¡Buenos días, mundo! —dijo Liv saliendo de la habitación y acercándose a mí—. No sabes lo bien que he dormido.
—Me imagino... —dije recomponiéndome.
Gemido aquí, gemido allá... Tenía pánico de saber con qué había soñado que la había hecho dormir tan bien.
—¿Tú qué haces aquí? —me preguntó, para después abrir los ojos ampliamente—. ¡No...! ¡No me digas que te escapaste para pasar una noche llena de pasión con Keller! —Chasqueó los dedos convencida—. Es que yo lo sabía. Ustedes dos se traen una tensión sexual tan fuerte que hasta el más virgen lo siente.
—Liv, Dios, no pasó nada. —Pasé una mano por mis ojos, cansada de sus teorías—. Tuve que salir de ahí porque empezaste a... —«no lo digas»— patearme y así.
—Ups. —Apretó los labios y rio—. Perdón, linda, creo que a veces sí soy algo intensa.
—¿Algo? —preguntó Becca, quien salía de la habitación de Leo—. Una pulga con cocaína es menos intensa que tú.
—Ohhhh —Liv extendió los brazos dramáticamente como una poeta—. El día empieza..., el sol brilla..., luego viene Morticia y su presencia lo arruina...
—Un minuto, joder —se quejó Leo, que siguió a Becca fuera del cuarto—. Ni un minuto ha pasado y ya están peleando. ¿Es que no pueden pretender que se soportan por un minuto? Por mí, venga, que las quiero a ambas.
Las dos se quedaron calladas. Al parecer funcionó el regaño de Leo, quien bajó primero las escaleras. Liv le sacó la lengua a Becca mientras seguía a su primo, y ella y yo bajamos juntas.
Con cada grada que pisaba, notaba con más predominancia un aroma delicioso que llenaba el ambiente. Cuando llegué al primer nivel, vi a Derek de espaldas en la cocina. Toda la encimera estaba llena de ingredientes y decir que estaba desordenado sería poco.
—¡Pero cómo huele! —gritó Liv avecinándose.
Derek se giró y llevaba ese aspecto fresco que siempre irradiaba cuando despertaba.
—Buenos días —dijo viéndome con una sonrisa galante después de repasarme con la mirada.
—Lo eran hasta que Morti decidió hablarme —dijo Liv, pero no pude prestarle atención porque Derek continuaba sin quitarme la mirada de encima.
¿Por qué seguía viéndome? Tenía miedo de solo moverme porque parecía una de esas pinturas antiguas y malévolas cuyas ojos no hacían más que seguirte cada movimiento. Claro que él no me daba miedo, todo lo contrario...
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ABISMO © [Disponible en físico]
Romance¡YA EN LIBRERÍAS! [Esta versión es un borrador] Ella no quiere caer por él. Él quiere recuperarla. Dos promesas en guerra. Solo una puede cumplirse. Tras descubrir la verdad, Ava ha decidido empezar una nueva vida libre de secretos y lejos de qui...