El capítulo está larguito, pero lo van a disfrutar ;)
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Lección de vida: no salgas de casa drogada.
En especial si es tu primera vez.
En especial si estás con una amiga loca.
En especial si vas a una carrera clandestina.
Claro que en ese momento yo aún no aprendía aquella lección. Pero para eso estoy yo, para enseñarles qué no hacer.
Bajamos del taxi y caminamos lo que faltaba para llegar a la pista. ¿Había mencionado cuánto amaba las zapatillas? Qué zapato tan maravilloso, tan cómodo, tan bello...
—Finalmente —nos recibió Becca, pero fue una bienvenida más fría que cálida.
—¡Morticia! —Liv se le lanzó al cuello.
Pensé que la estrangularía, pero... la estaba abrazando. Becca abrió los ojos y se tensó.
—Ava, sácamela, sácamela que se me pega lo zorra.
—Ya quisieras, Morti —dijo Liv, volviendo el peso a sus pies riendo.
—Pensé que se habían quedado dormidas o... —Nos vio fijamente mientras nosotras manteníamos una sonrisa relajada en el rostro—. ¿Por qué sonríen así? —Frunció el ceño, viéndonos con más detenimiento—. Tienen que estar bromeando. ¡¿Están drogadas?!
Uy, sí que era rápida la muchacha.
—Un poquito. —Junté mi pulgar y mi índice, pero sin tocarse.
Becca caminó hacia su camioneta decidida y regresó con una pequeña cajita blanca de la que sacó un gotero.
—Echen la cabeza hacia atrás —nos ordenó.
—¿Nos vas a envenenar? —pregunté asustada.
—No me des ideas.
Si bien amaba mucho a mi amiga dark, también me daba miedito, así que nos echó a ambas las gotas que ella utilizaba para las alergias.
—Escúchenme bien —y ambas le asentimos—. Parpadeen constantemente. No den respuestas más largas de tres palabras. Traten de no ver a los ojos ni a Leo ni a Keller. Las gotas ayudarán, pero si las ven mucho, podrían darse cuenta. Dejen de sonreír como taradas. Y ¡suéltame! —gritó a Liv, que la estaba volviendo a abrazar, ahora de la cintura, como un koala.
—Eres una tóxica, Morti. Tó-xi-ca —exageró cada sílaba.
Bufé una risa, pero la detuve cuando Becca me vio.
—No se rían —me señaló—. Si se dan cuenta que están drogadas, será incluso peor. Las necesito bien porque ese par no nos quería aquí.
—Cierto. —Me planté como un soldado—. Como usted diga.
Liv me imitó, y Becca suspiró. Se dio la vuelta al mismo tiempo que rodaba los ojos, y nos guió el camino para llegar a la condenada pista de carreras.
Si bien pensaba que ya me había acostumbrado a ese ambiente de peligro, hubo un detalle que sí me llamó la atención esa noche. La gente, que usualmente era suficiente para una reunión privada en la que se bebía, se había multiplicado una y otra vez. Había más autos estacionados, más gente bebiendo, más bulla.
Era un ambiente mucho más desordenado, con un espíritu más peligroso del usual.
—Oigan, ¿y por qué hay tantas personas? —les pregunté estudiando el lugar.
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ABISMO © [Disponible en físico]
Romantik¡YA EN LIBRERÍAS! [Esta versión es un borrador] Ella no quiere caer por él. Él quiere recuperarla. Dos promesas en guerra. Solo una puede cumplirse. Tras descubrir la verdad, Ava ha decidido empezar una nueva vida libre de secretos y lejos de qui...