Mientras me ponía en ropa interior para dormir, Baekhyun se fue a dar una ducha. Escuché la puerta de la habitación del fondo, así que apagué la luz y me quedé alerta. Seulgi le preguntó si se encontraba bien y luego regresó a su habitación. Cuando Baekhyun volvió, pasó la traba y luego encendió la luz. Se había puesto la misma musculosa que le había visto en la foto con la pelota de yoga en el salón de Sehun. Debajo tenía unas bragas. Algo del pudor se había esfumado entre nosotros después de lo que habíamos hecho en la cocina de Chanyeol.
Su cabello seguía mojado y traía un secador en las manos. Se sentó frente al espejo del tocador y conectó el aparato a la corriente.
—¿Puedo hacerlo? —pregunté en un susurro antes de que lo encendiera.
Él me miró con sorpresa y asintió. Tomé el secador de sus manos y peiné su cabello con los dedos mientras lo secaba. Cerró los ojos y una sonrisa se fue dibujando en su rostro debajo de mis caricias. Mi corazón se aceleró cuando inclinó la cabeza hacia atrás. Alcé la vista y reparé en mi propio reflejo, me encontré sonriendo en respuesta. Me mordí los labios para disimularlo. Pasé el secador por su nuca y el cuello se le puso rosado a causa del calor. Sentí el impulso de dejar un beso en ese lugar, pero me contuve. Apagué el secador y lo dejé sobre el tocador.
—Me gusta más así —dije.
—¿Mh? —Me miró por el espejo.
—Tu cabello.
Luego de un pequeño lapsus, una de sus comisuras se elevó.
—¿Qué? —pregunté.
—Una vez dijiste que te gustaba el pelo corto en las chicas porque así podías ver sus hombros. Me alivia saber que sigue aplicando aunque sea un chico y a pesar de que tengo los hombros anchos.
Sacudió los hombros juguetonamente. La musculosa dejaba buena parte del área y las clavículas al descubierto y mis ojos se desviaban constantemente hacia ellos.
—Supongo que no me importa —respondí—, me hubiera llamado la atención cuando estábamos juntos.
Seguí, hipnotizado, la forma de su hombro con los dedos y no me di cuenta del pozo de silencio que se generó hasta la siguiente vez que él habló.
—¿Me ves como tu ex?
Aparté los dedos de su piel y me dirigí a la cama sin responder. No creí que fuera necesario, la respuesta estaba implícita en las palabras que le habían llamado la atención. "Cuando estábamos juntos". Baekhyun me siguió y se acostó a mi lado. Nos miramos a los ojos en silencio. Olía tan bien que quería hundir la nariz en la piel descubierta de su estómago.
—Ahora, esta vista, es algo caliente —admití.
Se sonrojó y apartó la mirada. Este era el Baekhyun que se ocultaba debajo de aquel que me había acorralado más temprano, en casa de Chanyeol.
—¿Puedo tocarte? —pregunté con calma, deslizando un dedo curioso por su abdomen.
Lo de la cocina había sucedido tan rápido que no me había dado tiempo de hacerlo. Podría haberme preocupado mi precocidad, si no fuera porque anulaba la posibilidad que antes temía de ser disfuncional.
—Sí —murmuró.
Subí mi dedo índice hasta su cintura e hice un recorrido por el lateral de su cadera y muslo, tan lejos como podía llegar desde esa posición. Extendí mis dedos para acariciar sus piernas suavemente. Rocé la línea de unión entre ambas con las puntas de los dedos y él las separó. Empujé con cuidado la pierna que estaba encima hacia arriba y acaricié la cara interna de sus muslos.
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Andrógino
FanfictionDeseaba tanto acercarse a su crush sin importar el medio que terminó atrapado en su propia trampa. Irónicamente, la trampa es su cuerpo. Extensión: longfic Portada: @killed7