Andrógino

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[Actualización 1/3]

Desperté agobiado de calor, con algo pesado sobre el brazo y el estómago. La almohada estaba húmeda debajo de mi cuello debido a la transpiración. Abrí los ojos irritado y dispuesto a empujar eso que me estaba sofocando, pero cuando bajé la vista noté que el brazo que tenía dormido pasaba por debajo de Baekhyun y la mano se aferraba libremente, como desconectada de mí, a su cintura. Por otra parte, lo que me estaba cortando la respiración era su brazo. La sábana ya estaba plegada a nuestros pies, probablemente la habíamos pateado mientras dormíamos.

Baekhyun movió la cabeza, restregando su mejilla en el espacio entre el hombro y mi pecho. Automáticamente aparté mi mano de su cintura y la dejé caer inerte sobre el colchón. Él abrió los ojos y levantó la vista. Se quedó quieto cuando se encontró con mi cara.

—Ya es de día —dije y, como vi que pestañeaba sin hacer nada, remarqué:—Se terminó la noche.

Entonces sacó su brazo de mi estómago y se apartó hacia el borde de la cama para que pudiera sacar el mío de debajo suyo. Abrí y cerré el puño para recuperar la movilidad. No fui consciente de lo adolorido que tenía el cuerpo hasta que él se apartó. Había leído que las drogas estimulantes podían producir ese efecto. Además, me había excedido con la bebida, así que sería un feo día de resaca.

Miré a Baekhyun para comprobar cómo se encontraba. Estaba acariciando sus labios con el dedo medio. Parecía como si mirara a algún punto a través de mí, porque ni siquiera se inmutó de que lo había atrapado mirándome. De pronto sacudió la cabeza y dejó la mano debajo de la almohada.

—Hola —dijo con una sonrisa tenue.

Tuve el pensamiento súbito de que, si la noche hubiera resultado como él planeaba originalmente, esa sonrisa hubiera estado dirigida a otra persona.

—¿Dormiste bien? —pregunté con algo de sarcasmo.

—Nunca dormí mejor. —Me sacó la lengua.

Estaba por sujetarla entre mis dedos, pero pensé en lo que había hecho con ella la noche anterior y sentí un calor escalando por mi cuello para hacer campamento en mi cara. Estaba tan arrepentido de haber permitido que eso pasara. No era justo para Baekhyun. Pero él lucía contento, incluso sentía que había recuperado su vieja chispa. Podía ver su cola moverse de un lado a otro de nuevo. Sin embargo eso mismo era lo que me daba mala espina. No me importaba si solo se sentía atraído por mí de forma sexual, estaba claro que no me daba asco, pero jugar con sus sentimientos era bajo aún si él había herido los míos.

Dentro de todas las teorías que había tejido sobre él luego de descubrir la verdad, una de ellas era que yo solo le calentaba. Su historia con la androginia era la principal culpable de mi confusión. Para mí, cuando Platón hablaba de dos mitades hablaba de los sexos, de la unión carnal, de la química entre los cuerpos. Pero a medida que fui descubriendo cuáles de todas las cosas que había conocido de Baekhyun eran parte de él realmente, caí en cuenta de que debía manejar un concepto más cursi de esa filosofía que yo. Además, él no había recibido nada de mí; me había dado placer sin esperar nada a cambio. ¿Había forma de llamar a eso "calentura" y seguir engañándome a mí mismo?

Baekhyun se sentó y recogió su celular, que descansaba junto al mío en el escritorio. Hasta entonces no me di cuenta que, además de la camiseta con agujeros, solo llevaba un bóxer. Uno ceñido al cuerpo y bastante corto, que apenas le cubría hasta la línea que separaba los glúteos de las piernas.

—¿Mediodía? —exclamó al desbloquear la pantalla.

Se levantó y calzó el pantalón tan rápido que no pude echarle un vistazo. En cambio me distraje mirando su espalda. Él tendía a usar camisetas anchas que disimulaban su cuerpo, pero esa era bastante ajustada y lucía sus hombros anchos. Por lo usual no era atento a esos detalles y era fácil engañarme porque, aún consciente de esto, me guiaba mucho por lo que alcanzaba a percibir a simple vista.