Andrógino

23

Baekhyun de pronto estaba muy despierto y no demostraba tener intención de dormir en algún momento, pero luego de lo que pareció una intensa batalla de "a ver quién pestañea primero", cayó profundamente dormido. Esta vez estaba tan exhausto que no hizo el más mínimo sonido y se quedó tan quieto que quitarle el collar parecía pan comido. Con mucho cuidado de no rozar la piel de su cuello con mis dedos, tomé la fina cadena y tiré de ella despacio para que el gancho viniera hacia adelante. Sentía la respiración pesada de Baekhyun contra mi boca y eso me alteraba mientras luchaba con el gancho para que se abriera sin forzar la cadena.

Era inevitable acordarme de la tarde en que lo besé. Aún ahora no podía explicar por qué había hecho eso. Me había sentido una mierda después. Se había ido tan rápido y sin decir una palabra que pensé que lo había herido; que tal vez creía que estaba jugando con él por su orientación sexual o, por el contrario, que estuviera jugando con su "hermana". Lo había buscado toda la semana luego. Tenía mucho miedo. No comprendía por qué estaba tan asustado, pero sabía que cuando pudiera hablar con él ese miedo se disiparía, las dudas se esclarecerían y todo continuaría su curso normal. Pero Baekhyun, de nuevo, estaba siendo muy transparente.

Me daba vergüenza ahora saber que había sido capaz de notar lo mucho que Baekhyun deseaba evitarme y, en cambio, no ver que había algo raro en "Minha". En aquel momento, la ansiedad me había carcomido la cabeza. Había creído que cuando viera a Minha el fin de semana me haría sentir más tranquilo. Qué ingenuo.

Perdí la paciencia y tiré de la cadena. Baekhyun masculló algo pero no se despertó. Conseguí abrir el gancho y luego deslicé la cadena cuidadosamente hacia la palma de mi mano y la guardé en mi bolsillo. Una vez cumplido mi cometido, encontré la paz y pude quedarme dormido. Fueron unas pocas horas hasta que me desperté con el cambio de postura de Baekhyun. Finalmente me soltó, pero su cuerpo buscaba calor. En mí. Me levanté de inmediato. Miré la hora, debían estar desayunando, así que bajé.

En la mesa ya estaban mi madre y mi hermano. Youngsoo me sonrió con sorna y me preparé para su siguiente comentario de mierda.

—Mamá me dijo que ahora traes a un chico a dormir. ¿Tu novia te dejó porque saliste del clóset?

Mamá le dio un golpe en el brazo con la revista que estaba leyendo, pero Youngsoo siguió riéndose.

—No bromees con eso. Tengo amigos gays, ¿sabes? Podrían sentirse juzgados por ese tipo de "bromas" —le respondí, sentándome a la mesa.

—¿Es uno de esos casos en los que "le pasó a mi amigo" en realidad se refiere a ti?

Le di una patada por debajo de la mesa, justo en la espinilla. Levantó la rodilla y golpeó la tabla, lo que hizo saltar la mesa. Mamá nos retó a los dos y dejamos de hablar, pero nos seguimos lanzando miradas asesinas todo el desayuno. Quería a mi hermano, pero a veces me preguntaba qué había salido mal en su crianza. Él era el mayor pero era el más inmaduro.

—¿Tu amigo no desayuna? —preguntó mamá.

—Sigue durmiendo.

Terminé de desayunar y regresé a mi habitación. Al entrar me quedé congelado en la puerta. Baekhyun estaba agachado en el suelo mirando debajo de la cama, luego se puso de pie, revolvió las mantas de la cama y lanzó las almohadas al suelo.

—¿Se te perdió algo? —pregunté.

—El collar —dijo y me miró; sus ojos, muy abiertos, se movían de forma frenética como si su mente estuviera en algún lugar lejos de este mundo—. ¿Dónde está el collar? —me interrogó.

¿Cómo sabía que yo lo había tomado? Abrí la boca para hacerme el desentendido, pero me llamó la atención la forma en que temblaba el lunar sobre su labio. Estaba a punto de largarse a llorar y ni siquiera estaba borracho. ¿Realmente había llegado a ese punto solo porque le había quitado el collar? Me parecía una locura.