𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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Cuando TaeHyung se abalanzó sobre JungKook, fue correspondido.

Los fuertes brazos del pelinegro lo rodearon y apretaron contra sí mismo, como si tuviese miedo a que eso fuera un sueño de todos los que tiene a diario, despierto o dormido; no importa, Tae está ahí. Era como si en cualquier momento el castaño se desvanecería.

El menor solo pudo corresponder feliz al abrazo rodeando el cuello y escondiéndose en el mismo, estaba emocionado. Tan contento que ni siquiera tuvo tiempo de pensar en sus miedos, tan solo importaban las caricias que recibía en la espalda, la mano peinando sus cabellos y al mayor recargado sobre su cabeza.

La diferencia de alturas era algo obvia en esos momentos pues mientras TaeHyung estaba de pie y el de piel nívea sentado, ambas cabezas estaban a la altura de la otra.

La mano sobre su cabeza bajó a su mejilla y la cabeza con definida mandíbula descendió a su cuello ocultándose, así que el pequeño decidió que él ya había recibido muchos mimos y el pelinegro no, su mano viajó del cuello a la oreja para dejar suaves masajes y la que se quedó acariciaba la nuca al mismo tiempo en que recargaba su linda cabecita sobre la que olía su perfume con el miedo latente a que todo sea un sueño.

Una simple y sencilla ilusión que podría destruirlo por completo.

JungKook lo rodeaba de la cintura y cadera con sus brazos, lo apretaba para evitar cualquier centímetro que los separe, la distancia era tan nula que incluso podían escuchar los latidos del otro.

Ambos se sentían completos.

No todo es para siempre.

JungKook se separó del abrazo de manera un poco más tosca de lo que le gustaría, solo dejó a TaeHyung.

- Yo... Yo debo irme. Adiós. - Y solo salió corriendo dejando a un pobre castaño muy confundido.

Sin embargo, Tae no pudo ver cómo el rostro del mayor se desfiguró al fijar la vista en algo.