𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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¿Que si no ha pedido ayuda? Ja, claro que lo ha hecho. Pero, ¡Vamos!, en un mundo como éste, siendo homosexual en un país homofóbico, ¿Qué podría esperar?

Pidió ayuda, suplicó a sus compañeros, a los maestros, a directivos, a todos.

¿Y qué consiguió?

Burlas, insultos, humillaciones, en ocasiones, incluso golpes.

El mundo está jodido.

Por ser víctima de bullying creen que es débil y que merece lo que está pasando, por ser homosexual creen que es completamente correcto el castigar a una persona impura como él.

Lo peor es que estaba atado de manos y pies, su familia no era tan renombrada; no estaban tan mal económicamente, pero el estar en ese instituto era todo un lujo.

Su familia se esforzaba bastante por hacer que pueda lograr sus sueños y ni siquiera era algo que le restregaban, era algo de corazón.

Algo de corazón de parte de aquellas personas que lo aceptaron con sus preferencias, con su personalidad y todo.

Su familia.

No era fácil, claro que no. El aguantar golpes diarios, el que recibir insultos sea como respirar y que a nadie le importe, que todos te digan que sería mejor si murieras, puede quebrar hasta al más fuerte.

No sabía quién era la persona que lo defendía y que paraba los golpes, pero se podría de rodillas ante él.

Al principio debe admitir que tenía miedo, ¿Y si esa persona solo estaba jugando? ¿Si solo quería que bajara la guardia para atacarlo?

No puedes confiar en las personas solo porque sí. Eso sería la muerte.

Sin embargo, esa persona demostró que no le haría daño. Cuando él llegó, todo paró durante casi dos meses, claro que después aparecieron varios valientes que creyeron que era bueno darle su merecido.

Cuando aquello pasó, otra vez ese extraño lo defendió. Ahí comprendió que quizá algo o alguien lo quería allá arriba.

Incluso cuando le había rogado a todos los que habían visto a aquella persona por saber quién era, nadie le dijo. Todos se hicieron los locos o ignoraron de manera impecable sus ruegos.

A pesar de los dolores intensos por todo su cuerpo, debía ir a clases, había perdido la primera y no podía darse el lujo de hacer lo mismo con la segunda. No cuando los exámenes están tan cerca.

Gracias al cielo los pasillos estaban despejados, entonces podría simplemente tomar sus cosas, esconderse cerca del salón y entrar cuando solo esté la maestra.

Aún cuando sabía que ella no haría nada si llegaban a acosarlo, de alguna manera le tranquilizaba tener a una autoridad cerca.

Solo necesitaba alcanzar la cerradura de su casillero que, de buena suerte, le tocó arriba - justo donde no puede alcanzar -, y además el dolor en sus costillas le impedían el estirarse por completo.

Al lograrlo, un papel golpeó su nariz causando que cerrara los ojos y el rostro se arrugara, después de ese papel le siguieron más, por lo menos veinte más.

Eso no era posible, él siempre dejaba todo ordenado.

¿De nuevo lo insultaban por mensajes en su casillero? ¿No tienen tareas o algo?

Curiosidad.

La curiosidad de saber cuáles eran los insultos le ganaron y se dejó llevar.

Abrió lo que parecía una carta y su mandíbula casi toca sus rodillas al ver que no eran insultos, más bien... Algo como ¿Mensajes motivacionales?

No lo sabía, nunca había pasado algo parecido.

Abrió los demás y todos tenían lo mismo. Mensajes cómo:

Eres lo mejor de este mundo, no te defiendo por lástima.

Definitivamente eres hermoso.

Lucha, nonna tiene razón. Algún día me amaré de valor y me presentaré ante ti.

No me rechaces.

A mi también me duele que te desprecies.

¿No ves como quisiera abrazarte? Si no, lo hago, quisiera poder tenerte entre mis brazos.

No te desanimes. Cuentas conmigo.

Te quiero, por favor, espera.

Y muchas frases más lindas, eso calentó su corazón. Pero las cosas malas son las que más marcan, un ejemplo; las inseguridades.

¿Y si era una broma? ¿Y si solo querían reírse de él otra vez?

Pero no pudo evitar guardar esas notas en su mochila y fue una misión imposible quitar esa tenue sonrisa en su rostro.

Sonrisa que fue el motivo de otra perteneciente a quién vigilaba desde las sombras.