𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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Si en algún momento de estupidez llegó a considerar que aquellos dos eran buenas personas, lo retira.

¡Son unos ojetes!

Para colmo, TaeHyung está todo el bendito día con ellos, ¡No puede acercarse a su crush ahora que tiene la oportunidad, y todo por los idiotas esos!

Justo ahora está viendo al castroso JiHoon encima del castaño, ah, claro y BeomGyu está a su lada diciéndole que, ¡Sorpresa, el cara de rata y el menor de todos durante la pubertad se coqueteaban cada que podían! ¿No es maravilloso?

Bueno, pues su sonrisa lo demuestra, de alguna manera puede sonreír sin las arrugas en los ojos, sus encías mostrándose totalmente y la mirada que acompañaba lo anterior, era... Bueno, diferente.

- ¡Oh, claro que lo recuerdo! ¡Tae se ponía rojito solo de verme! - ¿No le dolerán después los dientes? ¿No los aprieta demasiado fuerte? - Incluso una vez casi me besa. - Fin.

Una vena resaltó en su cuello y frente, díganle lo que quieran pero que JiHoon esté diciendo eso, abrazando a Tae con un espacio menor al de una regla mientras Kim está avergonzado oculto en su cuello y soltando risitas cuando él quisiera poder contar eso, lo está matando.

Definitivamente eso no será contado a sus nietos.

- ¿Recuerdan a Jessi? Creo que se obsesionó con él. - Su pie comenzó a pegar en el piso marcando un ritmo desesperado.

- Sí, una vez me dijo que yo iba a ser su esposo. - Ahora los brazos fueron cruzados por encima del pecho, algunas personas en la cafetería (todas) se fijaron en la manera en que los bíceps saltaron haciendo a su chaqueta estirarse en ellos. La espalda contrajo músculos tensos que daban una mejor alusión de su físico.

- Recuerdo que una vez Tae mencionó algo de cómo es su tipo ideal, me pregunto si seguirá siendo el mismo, ¿Es así, TaeHyung? - Se levantó.

A pesar de que preferiría mil veces que hubiese sido por celos, no lo fue. Se levantó con el rostro pálido, ojos tal cual haber visto un fantasma y el cuerpo tríplemente tenso.

- ¿Hyung? ¿Está bien? - Las manos le comenzaron a temblar.

- Sí, sí. Eh, tengo cosas que hacer... - Remojó sus labios repentinamente secos intentando calmarse, solo debía inhalar y exhalar. Solo eso. - Yo te mando mensaje, ¿Sí?

Era imposible, seguro que era solo una alucinación o algo así. Sus piernas temblaban y podía escuchar el loco y acelerado latir del corazón, seguro tan asustado como él.

Empujó a las personas que se le interponían en el camino, un pitido resuena en su cabeza creando un dolor en ella y obligándolo a fruncir el ceño.

Revisaba cada rostro, cada rincón, todo. Sin embargo, no había rastro, creyó que ya había superado aquello. Que nada pasaría ahora.

- ¡Hey!

Relájate.