𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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— ¡Kook! ¡Qué sorpresa! — El imponente hombre se levantó de su escritorio para saludar al joven que acababa de irrumpir en su oficina.

Jungkook sonrió, sería una vil mentira decir que no extrañó a este hombre.

— Oh, vamos, siempre vengo a visitarte, papá. — Jeon decidió hacerse el desentendido sonriendo al abrazar al otro pelinegro.

— Ajá, y yo soy feo. — Respondió SooHyun.

— Bueno, no quería decirlo, pero ya que lo mencionas... — El golpe en el brazo del menor sólo aumentó su carcajada.

— Más respeto para tu padre, mocoso. — Bromeó con una voz severa Kim.

Después de su amistoso saludo ambos fueron a sentarse sintiéndose felices de por din encontrar a la persona que podía completar el vacío que otras dejaron.

— Siendo serios ahora, ¿Cuál es el motivo de tu visita? Sé que si sólo quisieras conversar conmigo habrías llamado. ¿Ocurrió algo?

Kim SooHyun le miró con sincera preocupación, él abriría en dos la tierra por su hijo.

— De hecho ocurrió algo. No es malo. — Se apresuró a agregar al ver al mayor agrandar los ojos. — Hay alguien en la biblioteca ahora mismo, lo dejé pasar, le gustan los libros.

— Bien, ¿Y quién es este chico que está en la biblioteca porque le gustan los libros? — Preguntó en burla al ver los nervios de Jeon, pocas veces pudo tener la dicha de verlo en alguna otra faceta más que la despreocupada y confiada. Esto era un espectáculo que sin duda alguna disfrutaría.

— Mi chico, es mi chico. — Jeon tragó saliva, no temía que Kim supiera su orientación, sabía que él no tenía problemas con eso, de hecho, dudaba que le interesara; sin embargo, le avergonzaba hablar de este tipo de temas con su padre.

No sabe porqué, no le pregunten. Pubertad, tal vez.

— Él... Bueno, yo, quería que lo conocieras. Sé que es apresurado y quizás estúpido, pero, me quiero casar con él. Él va a ser el Señor de Jeon, mi Señor de Jeon. — El anhelo en su voz hizo al mayor sentir una cálida sensación en su pecho. Su hijo finalmente se había convertido en un hombre.

— ¿No eras un playboy? — Jugueteó un poco para liberar los nervios de su hijo.

Jeon simplemente lo miró mal siguiéndole la broma, ambos sabían que Kook nunca se interesó por nadie, en ningún aspecto de hecho. Por eso este era  el mejor regalo para SooHyun.

Su hijo tendría un esposo que lo ayudara y calmara, alguien que lo hiciera feliz.

Aún no conocía a aquel chico, pero sólo con ver la mirada y sonrisa del menor, ya quería arrodillarse ante él.

— Entonces, ¿Lo amas? — Preguntó sin rodeos, quería saber si podía hacerse ilusiones y soñar con un nieto o no.

— Claro. Aunque... De hecho, creo que no. Es algo más fuerte. No sé qué es, papá, pero, es mucho más fuerte. — Confesó con las orejas rojas en vergüenza.

— Hijo, ¿Matarías por él? — Esa era la verdadera pregunta de fuego.

Jeon nunca quiso participar en el negocio de su padre, mucho menos hacer algo parecido a matar. Decir que ama a alguien es fácil, más aún cuando es su primer amor, pero, dejar de lado todos sus principios y creencias, es la verdadera prueba de si enamoramiento.

— Sí. — Jeon ni siquiera pareció pensarlo, la respuesta fue automática y rápida. — Si alguien le hiciera algo, o si él me lo pidiera; yo lo haría.

— ¿Por eso has mandado a todos esos chicos al hospital? — Comenzó a atar cabos totalmente sorprendido del poder que tenía ese chico sobre su hijo.

— Es mío y se metieron con él.

Kim se cayó entendiendo todo.

Desde pequeño, Jeon era muy posesivo con sus cosas y personas. Nunca fue capas de ver algo que él consideraba suyo en manos de alguien más, eso desataba una furia impresionante incluso a sus escasos 3 años.

No quería saber cómo se ponía si alguien siquiera respiraba cerca de su chico.

— Entiendo. — Lo pensó por un momento, pero después decidió que sería mejor hacer claras sus exigencias de una vez, para que se cumplieran más rápido. — Quiero, cómo mínimo, 7 nietos. Y no está a discusión, Jeon.

Sin decir nada más se fue de la habitación para conocer a su yerno.

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