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Ambos sabían perfectamente que ese comportamiento no es solo de amigos, es decir, no tratas así a un amigo.
No celas que alguno tome su cintura o que le haga mimos, tampoco lo abrazas cada que alguien quiere hablar con él, menos lo miras como un obra de arte.
No es de amigos.
No es de amigos que JungKook empuje a JiHoon cuando él se quería sentar con TaeHyung en el almuerzo, ni agarrarlo de la cintura y pegarlo a su pecho, y el ser brusco y seco con los demás pero delicado y atento con él tampoco.
Ambos lo sabían, ambos se percataron de lo mismo que los demás estudiantes. Estaban completamente seguros:
JungKook está enamorado de TaeHyung.
Y si no, ¿Por qué cargar su mochila? ¿Por qué insistir en que puede ser el mejor pretendiente? ¿Por qué asegurar que quién sea que esté con él tendría todo lo que TaeHyung quiere?
Es gracioso verlo espantar a cualquiera que se atreva a interrumpir algún momento con el castaño, aún más es que se comporta como un cachorro en busca de atención y ninguno de los dos se da cuenta.
Saben de las cartas, todas tienen una cajita y un lugar especial en el cuarto del menor, todas son leídas a diario. Esas noches sin dormir no son por insomnio, es por quedarse hasta tarde hablando con Jeon.
Lo saben y sería mentir decir que no tienen celos, claro que los tienen. Es como cuando un papá ve cómo su pequeña e indefensa criatura está a manos de algún desconocido.
Para ellos nada ni nadie merece a Kim, sin embargo, solo hay que ver cómo al pelinegro le brillan los ojos al ver una sonrisa del menor, como su pecho se infla con orgullo cuando es él quien hace que se sonroje. O cuando frunce el ceño al verlos muy cerca del pequeño, es lindo hacerle enojar y por eso han estado más empalagosos que de costumbre.
Ese mayor da a conocer muchas de sus emociones con los pequeños detalles, por ejemplo el poner a Tae primero siempre, el dejarlo ganar cada que juegan gato solo por ver una sonrisa y soportsr una que otra burla.
Tienen miedo, claro que sí, pero también están emocionados, JungKook ha demostrado ser el que estaba tirando amor y eso de cierta manera es tranquilizante.
El pelinegro solo quería evitar que Tae estuviera con otros hombres, sin embargo, acabó ganándose el voto y respeto de esos mismos que lo hicieron sentir amenazado.
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