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Harto

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Harto.

Está completamente harto.

No puede ser que esas ratas no se separen de TaeHyung. No lo dejan solo ni un solo segundo, ahora debe aguantarse el estar con esos dos.

No lleva ni un día entero y ya quiere aventarse desde el techo. Aquellas garrapatas se la pasan encima de Tae todo el día, y cuando hacen contacto visual con él solo sonríen cínicamente, ¡Se están burlando de que él no recibe tanto cariño! ¡No es justo!

Sin embargo, justo ahora puede ser que tenga un poquito de la atención del bonito castaño solo para él.

Sería así de no ser por las estúpidas voces en el corredor.

- ¡Ay, mi bebé! No podremos cuidarte en esta clase - Por fin pudo ser él quién sonriera. - pero pasaremos todo - Su sonrisa se borró y en el rostro de BeomGyu apareció una. - el almuerzo juntitos y con muchos, muchos mimos.

Que agradezcan que no los ha hecho uno con el piso.

- Rat- Jeon, ven. Necesito hablar contigo. - JiHoon le habló y jaló de su brazo para los baños mientras el mencionado tenía el ceño fruncido pero asentía.

En cuanto comenzaron a alejarse de los otros dos, una pequeña cabecita castaña se puso en medio de los pellizcos que ambos se daban.

- ¿Por qué hyung quiere hablar con hyung? - El menor usó un tono que sorprendió a ambos, mirándose en busca de respuestas y causando una linda carita enojada que intentaba ser intimidante.

- Necesito decirle algo, los amigos lo hacen. Tú dijiste que todos somos amiguitos, ¿No? - La regordeta mejilla era acariciada por sus dedos, sin embargo un puchero apareció.

- ¿Puedo decirle algo, JungKook hyung? - Lo tomó de la manga de su chaqueta y tiró un poquito. Atónito solo asintió.

En un lugar más apartado, al lado de intendencia, por fin le habló. - Hyung, lo quiero mucho. - De una manera brusca la cabecita chocó contra su pecho y pequeños brazos rodearon su cintura.

- Yo también, pequeño, yo también. - Fue increíble cómo es que no tartamudeó o se puso a llorar por las emociones que lo recorrían.

Por suerte, ya nadie estaba en el pasillo.

Devolvió el abrazo con su intento de ejercer la misma fuerza con la que era abrazado, pero lo más seguro es que lo haya apretado hasta casi sacarle el aire. Sus manos viajaron a la delgada y delicada cinturita para pegarlo aún más a él, su cabeza se apoyó en la más chiquita al mismo tiempo que el menor retiraba las manos de dónde estaban para ponerlas a los lados de su propia cabeza.

Para JungKook, las emociones era inexplicables, se lamentaba el tener un vocabulario tan pobre que no alcanza ni para describir una centésima de lo que siente.

Las mariposas en el estómago son un mito, él siente como todo se contrae y por ende aprieta al que tiene entre sus brazos, era algo cálido, un cálido que lo recorre desde las mejillas hasta los pies. No entiende cómo ha llegado a perder el control de su propio cuerpo, no puede dejar de sonreír incluso si lo intenta con todas sus fuerzas, tampoco puede no restregar su cachete con el sedoso cabello, y menos detener las caricias.

Todo era tan confuso, su mente quedaba en blanco y solo podía disfrutar de esas extrañas cosas que le sucedían a su cuerpo. No es normal lo que pasa con él, pero TaeHyung tampoco lo es.

No es normal tener una belleza semejante, ni tampoco un corazón tan lindo, noble, sencillamente puro.

Quizá por eso es que el pelinegro tiene emociones tan fuertes.

Todo lo que dicen en televisión, los libros, incluso las personas; es mentira. No se siente así.

No son mariposas, es algo extraño pero placentero, es una necesidad de proteger y hacer a esa persona reír, de ver su sonrisa. Es vergonzoso admitir que ya ha hasta imaginado diferentes situaciones para un futuro, y aún más es que en su futuro siempre debe haber un lindo castañito para alegrar sus días.

Tenía una necesidad inexplicable de llorar y de gritarle al mundo que a pesar de ser un angelito, Tae estaba ahí, en sus brazos.

Lo apretó más, quería distraerse y dejar de pensar en lo que sentía, si no lo hacía, jamás podría acabar. Es que simplemente no se puede explicar.

Un casto beso fue dejado en la cien del pequeñín. - ¿Porqué el repentino amor? - Si quería dejar de pensar solo necesita la voz de Kim TaeHyung.

- Yo siempre le demuestro mi amor, hyung. - La carita se asomó por fin, pero con un pucherito y el leve rubor acompañándolo. - Me hace quedar mal. - Negó volteando a otro lado pero sin separarse, incluso podría jurar que se apegó más.

- Mhm, no creo.

¿Por qué su sonrisa no se borraba? Sabía que estaba enamorado de Tae, pero, ¿No es eso demasiado? Describen el amor como simples mariposas, ¿Por qué él lo siente tan masivo? ¿Es correcto? ¿Está mal, se ha obsesionado?

- Entonces lo demostraré.

De igual forma no importa, no se alejará. Es demasiado fuerte, sí, pero también demasiado bueno.

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𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora