✧*:.。.38.。.:*✧

3.6K 394 68
                                    

[•••]

Al pasar algunas horas, JungKook cayó en la cuenta de que era el único viendo la serie; Tae estaba tan cómodo y protegido entre sus brazos que ni siquiera la interesante trama logró impedir su sueño.

Con una sonrisa apagó la televisión, no sabía qué horas eran o cuánto tiempo es el que dejaron en la serie, pero sí sabía que incluso él comenzaba a ser presa de la pereza.

Giró un poco pero sin molestar al dormilón encima suyo, su mano tomó el celular y casi le da un infarto al ver la hora.

6:35 PM.

- Pequeño... Despierta, bebé, es tarde, debemos ir al cine ya o no encontraremos boletos para las películas. - Susurró suavemente en el oído del menor que se refugiaba entre sus brazos.

Dolía tener que sacarlo de su ensoñación cuando se ve tan lindo durmiendo, sin embargo, también quería tener recuerdos en el cine.

Al ver que no funcionaba muy bien, recurrió a dejar castos besitos por toda su carita, pero en especial en las mejillas para luego pasarse a las orejitas. A veces simulaba morder con sus labios como dientes para ver si tenía un mejor efecto.

Y lo logró, Tae frunció el ceño, molesto con quién lo haya sacado de su tan perfecta comodidad, al tiempo en el que hacía pequeños ruiditos que, a ojos de Jeon, eran muy tiernos.

- Bebé, arriba. - Después de susurrar aquello en el oído, comenzó a bajar sus besos a la fina línea de la mandíbula de quién se aferraba a su pecho con las manos hechas puños.

- JungKookie hyung... - Llamó al que lo seguía presionando y manteniéndolo cerca bajo las sábanas.

- Abre tus lindos ojitos, bebé. Recuerda que debemos ir al cine. - Dejó dos besos en ambos bellos párpados cerrados al tiempo en el que le hablaba. Su mano continuaba presionando la espalda baja contraria con la otra en el cabello de la nuca castaña para mantenerlo cerca.

- ¿Qué hora es? - TaeHyung con un pequeño pucherito le preguntó.

Quizá podía dormir cinco minutitos más.

O tres horas, nunca se sabe.

- Duermes como un oso de invierno. - Comentó retirando los gruesos mechones que se aferraban a la frente y ojitos del pequeño. - 6, casi 7. - Se escondió en la curvatura del cuello del menor cuando este abrió los ojos sorprendido. - Vístete, aún alcanzamos algunas funciones.

Tae simplemente obedeció; después de indicarle al mayor que lo esperara fue a su armario de dónde sacó un overol de mezclilla azul con una camisa manga larga de rallas.

Mientras Kim comenzaba a cambiarse en el baño, Jeon miró a detalle la habitación de su niño.

Era en tonalidades pasteles, sin embargo, el blanco era predominante, los muebles de madera y muchas decoraciones así como dibujos y algunas fotos que no alcanzó a ver pues la bella figura de un Tae saliendo y luciendo tan lindo.

- Te ves precioso, Tae.

Esa preciosura alcanzó niveles fuera del universo cuando un sonrojo cubrió las mejillas levantadas por la sonrisa cuadrada.

- Gracias, Hyung. - Es tierno saber que a pesar de evitar su mirada por la timidez, el lindo muchacho continúa buscando el contacto físico.

No se hizo del rogar y tomó la pequeña mano contraria entre la gran propia. Su pecho se infló cuando vió el sonrojo crecer hasta las orejas, pero no lo pudo apreciar por mucho tiempo, TaeHyung se escondió inmediatamente en la espalda ejercitada.

- ¿Te pusiste tímido, bebé? - Al llegar a donde su motocicleta estaba aparcada, tomó la espalda baja del menor, que negaba con la cabeza escondida entre sus manos, nuevamente para acercarlo más. - ¿No? ¿,Y entonces por qué tan rojito?

Delicadamente retiró las manos que le impedían ver a semejante belleza. Ahí estaba soltando una risita por las sensaciones que recorrían su cuerpo, quizá por la situación, o tal vez por lo increíble que se sentía estando con el menor.

Tomó el mentón para elevar la cabeza de los ojitos que, detrás de los mechones otra vez desordenados, lo miraban brillando aún con el rubor en todo el rostro.

Retiró suavemente los cabellos, la verdad, no le importaría hacerlo por horas, o por el resto de su vida y las que sigan; de hecho, esa es su mayor meta.

- Eres muy tierno, bebé.

Sus labios impactaron la frente del menor mientras sus pulgares hacían pequeños masajes a la pequeña parte del rostro que lograban alcanzar.

Se sentía tan inútil, tenía mucho miedo, demasiado. ¿Y si Tae lo lastima? Durante bastante tiempo construyó grandes barreras que impedían a las personas pasar, que impedían a su corazón ser robado para luego ser pisoteado.

No importó. Nada lo hizo.

TaeHyung solamente llegó hace tantos años y las destrozó sin siquiera quererlo, llegó y puso el mundo de JungKook de cabeza.

Sin embargo, se encontraba desarmado, no podía hacer nada, sinceramente, le encantaba el riego que justo en ese momento corría. Le encantaba porque era con Kim TaeHyung, el chico que desde hace años lo tiene loco.

El mismo chico que hace años destruyó cada barrera o plan de escape, el que lo debilitó y volvió su esclavo. El que lo hizo sentir y pensar cosas extrañas.

¡Incluso hizo que sintiera la necesidad de protegerlo!

Es curioso, le importa muy poco lo que pase con el mismo, pero si se trata de TaeHyung, su TaeHyung, sus reacciones siempre serán exageradas.

Cuando Tae lanza algún chiste, por más malo que sea, su mente lo procesa como el mejor del mundo y su boca no para de reír hasta que el estómago comienza a doler.

O cuando lo ve llorar, es una sensación tan horrible; se siente impotente, asustado, enojado, frustrado, preocupado y a la vez paralizado. Todo a la vez.

Cuando lo ve reír por alguna razón sus mejillas creen que es el mejor momento para colorearse.

Incluso si solamente lo ve, causa estragos muy grandes en todo su cuerpo, por ejemplo, sus brazos y pecho arden en busca de tenerlo apresado. Es muy difícil mantener sus labios fuera de su piel o hacer que sus ojos dejen de buscarlo.

Todo se vuelve tan complicado y a la vez tan fácil que JungKook comienza a enloquecer.

Pero, de nuevo, a Tae no le importa.

Él es su enfermedad y su cura.

Y la verdad es que a Jeon no le molesta estar enfermo.

[•••]

𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora