𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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El pelinegro se apresuró a rebasar a su padre después de procesar lo que el mismo había dicho.

Al cruzar la puerta un TaeHyungie sonriente lo recibió.

Ay, maldición, parece que su pobre corazón jamás podrá estar tranquilo cerca del menor.

— ¡Kookie! ¡Adivina qué libro encontré! — Gritó emocionado mientras corría hacia él con el libro en su pecho.

— ¿Cuál es, amor? — Sostuvo firmemente sus caderas cerca de las propias, mientras acercaba más su rostro al del pequeño ángel sonriente en sus brazos.

— ¡Es el de la Maldición de Agade! ¡Es uno de los más viejos, Kookie, creo que es el original!

TaeHyung veía con fascinación el libro y Jeon lo veía a él.

Cuando TaeHyung levantó la mirada rápidamente la bajó nuevamente, claro que el pelinegro lo notó.

— ¿Qué pasa, lindo? — Con cuidado sostuvo su mentón, haciendo qué lo mirara una vez más.

— Hyungie es muy guapo. — Le susurró TaeHyung escondiéndose en su cuello cubriendo el sonrojo que llenó su rostro.

— ¿Mhm? ¿Y porqué no besas a este Hyungie guapo? ¿Mm? — Carajo, Jeon se sentía en el puto cielo.

Y aún cuando el menor tenía vergüenza, tenía más ganas de besar al pelinegro, así que levantó poco a poco su cabecita y posó sus labios sobre los contrarios. De ahí, Kook tomó el mando, acercándolo aún más a su cuerpo y profundizando el beso.

— Cariño, mi padre viene hacia acá, ¿Estás listo, bonito? — Le preguntó acariciando su delicado rostro. — No tenemos porqué hacerlo si no quieres, amor. Tú decides.

— Dijiste que él es importante para ti, Jungkookie, no puedo simplemente acobardarme. — TaeHyung contestó viendo cada facción del contrario, apreciando con amor cada detalle.

Tan inmersos estaban el uno con el otro que no se dieron cuenta de la presencia de Kim SooHyun, quién vió toda su interacción.

¿Algo que decir? No. Dios, eso fue intenso.

Aunque, ahora podía decir que su yerno estaba igualmente perdido por su hijo, sólo había que mirar su expresión.

Ese chico dejaría que Jeon le disparara si eso lo hiciera feliz.

Tosiendo falsamente entró a la habitación, totalmente complacido por lo que había visto.

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Al finalizar la charla que tuvieron, Jeon se sintió un poco ridículamente celoso. Resultaba que su papá y su novio tenían demasiados gustos en común.

¿Lo peor? Gustos que él no conocía, mucho menos sabía algo del tema.

Así que durante una hora y media aproximadamente, tuvo que ver cómo su chico se emocionaba por los alardeos de otro hombre.

Y sí, sabía que su padre lo hacía para quedar como un buen suegro, sin embargo no disminuía sus celos.

— Kookie, ¿Qué tienes? — Tae le preguntó con una voz bajita y dulce, como si intentara apaciguar cualquiera que sea su molestia.

— TaeHyungie, yo también puedo saber mucho sobre ese tal Agade, amor. Incluso puedo memorizar el libro si eso te apetece, lindo. — Le contestó abrazándolo aprovechando la cercanía que el castaño puso al ver la mueca del pelinegro.

— ¿Hyungie está celoso? — Se burló con una risita adorable que hizo a Kook olvidar su enojo. — ¿Por su papá? — Recalcó la tontería de conjeturas que el mayor había hecho con más risitas.

Por alguna razón, saber que su Kookie lo celaba lo ponía feliz de alguna manera, se sentía contento y quizás hasta un poquito orgulloso.

— Sí.

— Incluso si el Capitan América se ofreciera a llevarme con él, no iría, Kookie. Estoy enamorado de ti.

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