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Es curioso observar a los demás.
Todos somos tan diferentes, pero a la vez tan iguales. Tan monótonos.
Pero él no.
La sala está llena de las típicas personas, que en realidad, son la diversidad humana entera. No hay más.
Las personas en esa sala describen a toda la población, solo con algunos cambios pequeños.
Por ejemplo, los que creen que son completamente diferentes, o los que sienten que todo el mundo está en su contra o que los que analizan, los que se creen lindos.
Todo.
Sin embargo, es jodido.
Todo se siente tan igual, tan monótono; todo suena como rutina.
Excepto él.
TaeHyung es muy diferente.
Lo hace sentir así.
La razón, a pesar de parecer algo obvia, aún es inexplicable, ¿El amor te puede cambiar así? ¿Te puede hacer delirar? ¿Es porque TaeHyung es diferente o es así con todos? ¿Por qué? ¿Por qué tiene tanto poder? ¿Porqué se lo dió? ¿Cuándo?
Con Kim al parecer sí.
El castaño puede sacarlo de la ordinaria vida cotidiana que lleva, convierte los días de mierda en sus mejores recuerdos, le hace pensar diferente.
A él jamás le han gustado las películas románticas, sin embargo, ahí está; viendo las adictivas reacciones al largo vídeo que se reproduce en la gran pantalla de aquella sala de cine.
Sus ojitos siempre brillando, al ver escenas románticas y llenas de dulzura brillan y lleva sus pequeñas manos hacia su boca intentando cubrir la sonrisa que se asemeja a un cuadrado. Si es una escena triste, las esquinas de los ojos luchan por detener las lágrimas al mismo tiempo que presionaba su mano en busca de apoyo.
Por supuesto, JungKook le brindó el apoyo que silenciosamente pidió, también se encargo de limpiar las gotitas que salían con sus pulgares.
- Hyung... - El pequeño rostro de Tae era presionado por las manos de Kook, logrando que las mejillas se vieran mucho más esponjosas.
- Está bien, bebé. Ven aquí. - Su voz tranquilizadora hablaba en un tono bajo y suave.
Aún cuando el castaño estaba casi completamente recargado sobre su pecho, a pesar de tener una mano en su cintura y otra entrelazada con la impropia, era incapaz de prestar algo de atención a la película.
Solo podía concentrarse en cómo es que de vivir en un mundo tan lejano y gris, al llegar TaeHyung lo convirtió en un mundo con color por donde pasaba.
Se sentía como un ciego que repentinamente cobraba la vista, hay tantos colores que jamás había visto, tantas cosas y reacciones. De vivir en un mundo lejano y distante, ahora todo se sentía muy real, todo tan amplificado.
Y todo por TaeHyung.
No se lo puede sacar de la cabeza, son sensaciones tan desconocidas pero agradables que las ganas de llorar o gritar son demasiado fuertes.
TaeHyung reconectó aquel cable que hace años había fallado, aquel cable que lo hacía tan indiferente.
TaeHyung lo arregló.
Movió un poco de los cabellos castaños con su nariz, el hecho de que la cabecita esté en su pecho ayudó bastante. Sintiendo el único olor, dejó un pequeño besito en la oreja del menor.
- Te quiero, bebé.
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𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]
Fanfic- ¿Crees que por llorar alguien te defenderá? No seas idiot- 𝖴𝗇 𝗀𝗈𝗅𝗉𝖾 𝖽𝗂𝗋𝖾𝖼𝗍𝗈 𝗅𝖾 𝗁𝗂𝗓𝗈 𝖼𝖺𝖾𝗋. 𝘘𝘶𝘪𝘻𝘢́ 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘦𝘳𝘪́𝘢𝘯 𝘮𝘦𝘵𝘦𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘛𝘢𝘦𝘏𝘺𝘶𝘯𝘨; 𝘩𝘢𝘺 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘤𝘶𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦...