Las manos del castaño apretaban fuertemente su cintura mientras ambos sentían el fuerte viento golpear sus cuerpos.
- ¿Te has subido a alguna moto anteriormente? - Aprovechando la poca distancia entre ambos posó sus manos sobre la fina cintura del otro.
- Me gustan mucho, pero jamás me he subido a una. - Podía notar como mordisqueaba de mejilla izquierda creando pequeños hoyitos en la misma.
Asintiendo colocó su mano en la cintura del menor para empujarlo poquito hacia la moto.
- Mira, estos son para que pongas los pies y no se enreden con las llantas o se quemen por el motor. Las bajas así. - Señalando las pequeñas palancas miró al niño que seguía todos sus movimientos con atención y de nuevo los dedos en la boca.
- ¿Mis pies no serán estorbosos cuando usted esté manejando? - Notó cómo comenzaba a jugar con sus pies.
- No, lo verás por ti mismo. Sube. - TaeHyung dudoso de cómo hacerlo sin dañar el vehículo le miró. - Apoya tu peso sobre tu pie y el otro súbelo a la moto, yo te ayudo.
Tae acatando la orden, puso todo su peso sobre la pierna izquierda para la derecha subirla con ayuda del pelinegro que le sostuvo la cintura a la vez que agarraba el manubrio para más seguridad en caso de cualquier cosa.
- Muy bien, bebé. - El castaño sonrió feliz cuando recibió una pequeña caricia como recompensa por haber puesto los pies en los lugares correspondientes después de subir correctamente. - Ahora yo.
El mayor con mayor agilidad gracias a su gran altura pasó fácilmente su pierna por la motocicleta con mucho cuidado de no dañar a su bebé.
- Ahora... - Tomó las manos del menor para ponerlas bajo su camisa con el fin de que al comenzar el camino el frío calase al menor. - Así.
- ¿Por qué está duro? - Kim frunció el ceño.
El abdomen del mayor era muy duro, según él, eso es extraño. Es decir, su estómago es muy suavecito y esponjoso. El de JungKook no. Ese es duro, muy duro, ¿Por qué? ¿Está enfermo?
- Por lo mismo que tus manos son suaves.
Oh, claro que le enseñaría su eight pack, pero no en ese momento y no en esa situación.
- Agárrate fuerte, bebé, no me sueltes. - Con su pulgar acarició un poquito la suave piel antes de arrancar sintiendo como Tae despegaba la cabecita de su espalda para comenzar a ver todo el panorama.
Justo ahora podía apreciar, gracias al retrovisor, al pequeño mirar todo con curiosidad, incluso juraría que tenía una sonrisa en sus labios.
Lamentablemente, el camino había llegado a su fin por lo que tuvo que frenar eventualmente para dejar el vehículo en el estacionamiento.
- Ven aquí, bebé. - Con sus manos hizo algunas señas para indicar al menor que bajara igual que él hace unos segundos. - ¿Qué te pareció?
TaeHyung Inclinó su cabeza para facilitar al mayor el sacarle el casco, dejando sus cabellos desordenados y cubriendo sus ojitos.
- Estuvo padrísimo, Hyung, es muy diferente a ir en carro o en trasporte público. - JungKook sonrió cuando vió cómo Tae arrugaba la nariz por no poder alcanzar el agarre contrario para desatarlo. - Y vibra, por eso ahora mis piernas están dormidas. - La pequeña mueca invitó a Kook a acariciar el bonito rostro.
No lo culpen, él es muy débil.
- Para no caer. - Explicó cuando tomó las caderas del castañito usando como excusa el tener que agacharse.
En realidad, él tiene muy buen equilibrio propio, sin embargo, nadie preguntó y el no lo va a contar tampoco.
- Bueno, chaparrito, por fin mi merecido helado. Agacharme tanto cansa.
- Entonces no hay que esperar, ser chaparrito también cansa.
El mini infarto que le dió a Kook por sentir cómo el menor tenía la iniciativa de tomar su mano y entrelazarla con la propia fue pobremente escondido con una gran sonrisa que causó la de un pequeño castaño.
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No es mucho, pero es trabajo honesto. :(
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