𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

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– Kookie, ¿Por qué si has tenido tantas oportunidades, nunca me has dado el beso que he esperado tanto? – Preguntó el menor mientras lo miraba sonrojado y con una leve sonrisa. Jungkook no podía ignorar el brillo tan bonito que esos preciosos ojitos habían tomado.

Sin embargo, y a pesar de que en una situación normal habría mimado a TaeHyung, justo ahora no podía siquiera respirar. Quizá había sido sólo una alucinación lo que escuchó.
Parpadeó en repetidas ocasiones sólo para, de alguna manera, confirmar que era TaeHyung quién lo había dicho realmente y no era sólo su imaginación.

– Hyung, cuando te quedas así me gustas más; pero de verdad quiero que me respondas. – Tae acarició su pelinegro cabello en un intento de traerlo de vuelta a la realidad.

Había notado que Jeon hacía eso bastante seguido, eso de quedarse quieto, cómo si moverse haría que el mundo estallara. Era chistoso a veces, pero, cuando están tan cerca y ha estado deseando cada noche que Jungkook confirme si en realidad los dos sentían esa química o era sólo su tonto corazón que quería todo lo que no estaba a su alcance, no le parece tan chistoso, es más bien tortuoso.

– Tae... – Habló sin aliento el mayor, mirando los labios del castaño, sin atreverse a subir su mirada por temor a encontrar burla o rechazo. – Yo... ¿Es una broma? Por favor, no juegues así. No soportaría una burla así.

– Yo solo quiero saber si yo también te gusto o son mis ideas, Kookie, quiero que YeonTan tenga dos padres de verdad, quiero que seas mi esposito – Dijo mientras sonreía cuadrado e inconscientemente apretaba más el musculoso brazo de Jeon.

Jungkook sintió un torbellino arrazador en todo su ser, fue un subidón de endorfinas con otras cosas que sinceramente no sabía ni quería explicar, estaba tan confundido, emocionado y, por alguna razón, avergonzado que sólo actuó por impulso.

El mejor impulso que puso haber tenido pues la increíble sensación de los suaves y cremosos labios se impactaban con los suyos no tenía comparación. Ambos fundiéndose en un tímido beso corto, que sin embargo causó un sin fin de emociones. El mayor al no poder expresarlas, decidió que era buena idea tomar la nuca y cadera contrarias una vez el beso finalizó para comenzar otro.

Este era menos tímido, pero seguía siendo torpe, pues el menor intentaba seguir los movimientos de destreza del otro, sin conseguirlo. Cuando el castaño comenzaba a quedarse sin aire por la nula experiencia hacia la nueva acción, apretó los fuertes brazos que lo sostenían, de alguna manera estos ahora estaban bajo sus curiosas manos.

Kook se alejó un poco de él, pero descansó su frente en la contraria.

— Bonito, quiero 5 hijos. — Habló sin pensar hacia el pequeño que sostenía y que tenía el más bello de los sonrojos a su parecer. Además de los labios un poco hinchados y brillosos.

— Kookie, ese fue mi primer beso. — Comentó mientras miraba como el mayor entrelazaba los dedos de ambas manos.

— En realidad, fueron el primero y el segundo, lindo. — Le dió una desvergonzada sonrisa y propusó. — ¿No quieres un tercero?

Soltó una risita cuando recibió un golpe en el pecho y sintió la cabecita que tan bien conocía escondiéndose en su cuello.

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I'm back, bitches!