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Estaba a nada de tener un ataque de pánico, es decir, Tae a pesar de su timidez iba hacia él con su bandeja y una linda sonrisa

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Estaba a nada de tener un ataque de pánico, es decir, Tae a pesar de su timidez iba hacia él con su bandeja y una linda sonrisa.

En la bandeja habían diferentes cosas, comida - obviamente -, su vaso de jugo y una carta que reconoció e hizo a su cara arder en vergüenza.

Era cierto, ahora que lo recordaba, ya le había contestado a TaeHyung sus sentimientos. Y no tenía escapatoria, el lo había visto adentrando las cartas en el casillero, también lo vió dejando las rosas, está jodido.

¿Alguien quiere decirle a la Tierra que lo trague y lo escupa en el océano pacífico?

- Hola... - Cuando dejó de insultarse pudo ver a un lindo castañito que mordía nervioso su labio evitando el contacto visual mirando a sus propios zapatos. En la cafetería todos estaban helados.

JungKook ya había dicho que Tae es suyo pero jamás los habían visto interactuar. Si el mayor lo defiende con tanta fiereza, ¿Con lo mismo lo besará?

- Hola. - Bien, no tembló ni chilló, buen inicio, ¿No?

- Yo... ¿Puedo- no, ¿Podría sentarme ahí? - Con el lindo dedito que salía del gran suéter blanco que portaba ese día le señaló el lugar frente a él. - No estorbo mucho. - Tuvo la gran suerte de presenciar una sonrisa sellada de ese precioso ángel que enseguida se llevó un dedo a la boca como costumbre para minimizar la ansiedad.

La emoción en su interior solo le permitió asentir y ver con cuidado cómo el menor dejaba la bandeja en el lugar que había señalado para voltear a verlo y darle una tímida sonrisa, seguidamente estaba tomando asiento.

- ¿Podríamos hablar o prefiere comer en silencio? - Los bonitos ojitos de cachorro inocente lo miraban y él ya no estaba tan seguro de que podría salir de esa situación con vida.

- Yo escucharé. - Suspiró, a un paso de escuchar aquel niño bonito hablar sentía que en cualquier momento caería al piso como una mosca.

- Me da vergüenza, ¿Puede hablar usted y luego yo? - Las delgadas manitas del menor fueron hacia su vaso y lo llevaron a su linda boquita para sorber un poco. Como un bebé tomando de su biberón.

Quizá JungKook morirá ese día de un ataque al corazón, pero podemos tener la certeza de que morirá feliz.

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𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora