𝗛𝗲'𝘀 𝙢𝙮 𝗻𝗲𝗿𝗱 [kσσktαє]

✧*:.｡.21.｡.:*✧

- ¿Qué quieres? - JiHoon frunció el ceño, ¿Ese es el mismo que casi se pone de tapete para Tae?

- Era algo relacionado con Tae, pero cómo al parecer no te interesa, nada. Perdón, volvamos a clases. - Que nadie diga que no es un grano en el culo cuando quiere.

Un brusco agarre lo hizo jadear.

- ¿Qué querías decir? Dilo. - Ni siquiera iba a tener un "por favor" del animal ese, lo sabía.

Un suspiro y lo soltó. - Mira, BeomGyu y yo lo conocemos desde que tenemos pañales, sabes cómo es. También sabemos que te gusta, - JungKook iba a alegar, pero simplemente chistó. - y ni se te ocurra decir que no es así porque tuve que limpia tu baba como dos veces. - Le acusó. - Continuando, por eso es que vamos a alejarnos. Les daremos su espacio, pero debidamente. Aún queremos asegurarnos de que no le harás daño. Él es lo más importante y delicado que tenemos.

- Si saben que me gusta, - Agh, se siente muy extraño el admitirlo en voz alta. - ¿Porqué siempre se ponen melosos con él? - Le reclamó.

- Es obvio, para molestarte, BeomGyu dice que pareces perro rabioso y eso le da risa. - Era seguro, ahora estaban en su lista negra.

- Eres odioso. - Salió, la sonrisa y el alivio lo atacaron, si que aquel dijo es cierto, ellos no quieren al castaño como pareja. Aunque lo tranquilizaba, no bajaría la guardia.

Justo en la pared delante de los baños, un bonito chico castaño los esperaba jugando con sus piecitos y mordiendo su labio con la vista baja, la mano derecha apretaba el codo del brazo izquierdo. Sus pies mientras jugaban también lo ayudaban a balancearse.

- ¿Pequeño? - Kook se acercó al menor que levantó la vista rápidamente. - ¿Qué haces ahí?

- Yo los esperaba, - El mayor al fin llegó a él, tomando sus brazos, lo acercó más. - me da miedo ir solito. - Le confesó con un bonito sonrojo en las mejillas. - Me he acostumbrado a ustedes, perdón. - Y de manera definitiva apartó la mirada.

- Mírame, - El delgado mentón fue levantado con delicadeza. - está bien que estés acostumbrado a mí, de todos modos, no es como si te fuera a dejar solo. De ahora en adelante, me tendrás tanto tipo a tu lado que incluso comenzarás a odiarme. - Mientras le decía aquello lo miraba directamente a los ojos, teniendo que inclinarse por la diferencia de alturas.

- Yo no me cansaré de usted. Yo lo quiero mucho. - De increíble ver cómo su vida parecía arreglarse en un solo día.

Era imposible no explotar de felicidad de vez en cuando, justo como en ese momento que de nueva cuenta se lanzó a los brazos del pelinegro. Ni siquiera se acordaron de JiHoon, por eso él, al sentirse una pared, solamente se retiró pensando en una buena explicación para su retraso en la clase.

Aún cuando ambos querían continuar en los brazos del otro, debían volver a clases si es que no querían tentar a la suerte e invocar a un maestro que los suspenda y los mande a detención arruinando el impecable expediente de Kim.

- Vamos que debemos tener una buena excusa o nos jodimos.