Una argentina en Asia

Exámenes y ...¿siesta?

YO V

Estaba nerviosa, a pesar de que Lana había estudiado, siempre se ponía algo histérica...es algo de familia. Con Clara pasa exactamente lo mismo. Lana sentía que su estómago y garganta ardían como una brasa sobre los labios. El profesor era algo despiadado, se tomaba demasiado en serio los exámenes.

Los grupos exponían como si estuvieran en un juicio, era una atmósfera muy pesada. Se podía ver como algunos nos les iba muy bien, sus ojos se esforzaban por no derramar ninguna lágrima. Sabían que si no se preparaban bien no podrían realizar el examen final con excelencia.

Era el turno de Lana, nuestro adorable cantante no estaba del todo preparado, pero no dejaría a en ridículo a la chica que él adoraba...o eso creía. 

-Kim Seung- el profesor de unos 37 años se colocó las manos sobre la mesa-  Por favor coméntenos su opinión con lo investigado según la página del texto que Xu Wen sostiene- 

Kim Seung estaba tan nervioso que sus manos sudaban como una llovizna en un campo.

-Yo, creo que ¿Está bien?- sus mejillas estaban de un color rosado-

Miró a Lana en busca de ayuda.

-Profesor, Seung hacer referencia que en la página 15 en el párrafo 9 el escritor hacer hincapié en ese grupo negro que tenía una economía con escasos recursos. Y que se mantenía con el constante ataque a otras poblaciones productivas de materia prima, que a su vez eran indefensas con respecto a fuerza militar. Por lo tanto, se aprovechaban de los más débiles quitándoles sus mujeres e hijos y sus productos. - intentó tapar a Seung- Por ello los aldeanos tuvieron que abastecerse de su milicia, intentando imitar a las más grande "potencias" de ese momento, en ves de mostrarse...por así decirlo....ser únicos tal vez- finalizó dando justo en el clavo-

La sonrisa del profesor dejó ver hasta sus muelas de juicio,  tenía en su mano izquierda un papel con los nombres de los alumnos y los números de grupos.

-Excelente alumna, y usted Kim Seung debe de seguir el modelo de sus compañeros y mejorar con sus estudios- palmeó el hombro del joven cantante- Siguiente grupo-

Las agujas del reloj de la pared apresuraban las palabras aburridas de los profesores. En un suspiro de cansancio los alumnos lanzaban. Sus ojos estaban con bolsas muy grandes y sus dedos ya no sentían la lapicera de tanto escribir y escribir.

Xu Wen caía lentamente sobre sus manos, casi al punto de caer sobre la mesa.

-¡Wen!- Lana lo despertó- Vamos, necesito ir a la enfermería-

Con respeto le solicitó al docente permiso para ir a la enfermería en compañía de Wen. Algo sería y no muy convencida la profesora accedió.

-¿Te sentís mal?- Wen se veía preocupado- ¿Te llevo?-

Se colocó delante de ella para poder llevarla sobre sus brazos tan frágiles.

-No Wen, te vas a quebrar en mil partecita- sonrió mientras golpeaba suavemente la espalda de Wen- Vamos a ir a la enfermería para que descansés tranquilo, se lo mucho que te estás esforzando por tus notas, pero lo más importante es la salud. Tenés que cuidarte.- tomó su brazo para engancharlo con el de ella-

Los dos no dijeron nada, pero el tacto de sus manos quemaron como una pequeña y brillante chispa.

Wen no dijo nada, entendía que ella se preocupaba por todos de la misma manera, e incluso le preparó un torta de chocolate para Bey Bey, o bueno, eso le comentó él.

Al ingresar a la blanca y sombría habitación, sintió un gran alivio al ver esa cama tan lujosa. Las sábanas blancas de seda bordadas a mano sin ninguna imperfección se reflejaban sobre el techo de alta gama. Con un poco de ayuda descansó su cuerpo sobre la cama. Sintió de pronto escalofríos y sequedad en su garganta. Sí, estaba con fiebre y mucha sed.