LANA CASTINGER
El ambiente era tenso y me sentía incómoda entre ellos, todos estaban atentos a la discusión entre estos dos individuos. Eran unos caraduras, se ponían a pelear enfrente mío ¿Qué tenía que ver yo? Con cuidado me acerqué a Rhee Taeyong me había brindado una mano con respecto a natación en la clase pasada, mostrándome paciencia y mucho respeto.
-Tae ¿Vos me podrías ayudar?- ignorando las voces chillonas de los chicos- Además de ellos, te tengo confianza porque estaba en una situación incómoda y vos me ayudaste y ni te burlaste de mí- él se sonrojó-
Asintió tímidamente.
-Está bien- sonrió-
Fui a mi lugar, Wen y Jesp me observaban serios, supuse que era porque no había ayudado a ningunos. Les hice una seña a las chicas para que se acercaran y decidimos salir a jugar a vóley, siempre con mi conjunto deportivo. Utilicé lo mismo con lo que practico boxeo, las chicas no decían nada respecto a mi vestimenta, es más, siempre apoyaban lo que decía y mi pensamiento. Eran muy tiernas, querían mostrar un lado lindo para los chicos y parecer más femeninas, ellas respetaban mis pensamientos y yo debía de hacer lo mismo. Yun era la más seria entre las tres; se acercó a mí.
-Lana, tenés estrías y debes bajar de peso- dijo señalando mi cintura con líneas blancas-
-¿Por qué debo de no mostrar mis estrías? Es lo que me hace mujer- le sonreí- Las estrías no son una marca maliciosa, puede que tenga unos kilos de más, pero me acepto como soy- mostré seguridad-
Tal vez me había aprendido a aceptar y amar. Mostraba seguridad cuando a veces me moría de angustia, dolor y asco. Era tan rara y complicada.
-A ustedes ¿Les molesta tener estrías?- señalé mi cintura-
-Nos da vergüenza mostrar nuestras estrías, por eso nos cuidamos mucho en las comidas. Debemos tener un cuerpo delgado. Aunque pareces una reina abeja- reían entre ellas-
Tiempo después me di cuenta a lo que se referían, siempre decían algo con respecto a mi parte trasera del cuerpo. El juego era tranquilo, trataba de no golpear fuerte la pelota para no lastimarlas, además había chicos que pasaban y ellas se comportaban "tiernas".
-¡Che! Vengan, saquémonos una foto y la subimos a instagram- las animé-
Me metí a mi cuenta y estaba sorprendida, tenía, 29855 seguidores y 5000 mensajes ¿Cómo era posible? No entendía la mitad de lo que decían. Publicamos la foto y al instante recibí likes y comentarios, Jesp me seguía y la verdad que me sentía como una celebridad, él tenía como a 40 millones de seguidores.
-Lana te estás volviendo famosa- bromeaban- Pero tenés mensajes buenos y otros no tan buenos- su mirada se veía triste- Algunas personas dicen que sos preciosa y que fantasean con la idea de que estés con Jesp o tu guardaespaldas, sin embargo, otros dicen que mejor te vuelvas a tu país o que...- se calló- Ya sabés-
Todos estos comentarios me perseguían con fuerza.
-Tenés un mensaje, pero está en tu idioma- Ji apretó el mensaje- Maeti o algo así-
Me fijé quien era, sentí escalofríos desde mis pies y hasta la final de mi pelo. Era el pibe de mis dolores.
-No te quise lastimar, sos lo más importante para mí. Voy por vos- sus corazones enviados eran asquerosos-
Ignoré su fachada falsa y me dispuse a jugar con ellas, sentía que no podía dejar eso, sentimientos por él, pero estaba decidida a lograrlo. Wen venía caminando con Jesp, pero su mirada estaba perdida en el camino, en ese momento Ju estaba golpeando la pelota y estaba por darle a Wen por lo que corrí para evitar que lo lastimara, la pelota golpeó mi cabeza haciendo que también le pegara un cabezazo, no pude evitar reírme.
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Una argentina en Asia
RomanceSi mi vida hubiera sido dos alas, estaría volando sobre la cúspide del Aconcagua, observando la belleza natural de los árboles y el aroma dulce de la nieve al derretirse sobre las filosas rocas brillantes de la flamante cordillera de Los Andes, pero...