LANA CASTINGER
Estaba muy feliz. Les escribí al grupo que teníamos en la red social.
-¡Confirmado!- envié- Mándenme sus direcciones para que los pasemos a buscar mañana tempranito, antes que se largue la lluvia otra vez-
Estuvimos varias horas escribiendo, hasta que mis ojos se rindieron ante el cansancio.
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La señora que se encargaba de la limpieza de mi habitación suavemente abrió las cortinas que estaban sobre un gran ventanal que daba al balcón. Con una sonrisa pícara me comentó que Jony estaba en la entrada esperándome, me había olvidado de que teníamos que ir a buscarlos. Rápidamente, me lavé y bajé con lo primero que pillé, estaba más escracho que la llorona.
Abajo Jony me esperaba, con caballerosidad me ayudó a bajar de las escuelas (odios las escaleras) y a colocarme una campera rompe viento para evitar que la lluvia me moje.Le indiqué las direcciones y dos veces nos perdimos, pero lo importante es que llegamos al destino correspondiente, fuimos primeramente por Bey Bey quien estaba afuera de lo que parecía ser un edificio lleno de departamentos, él estaba con una maleta súper pequeña podía notar que su rostro estaba decaído pero trate de no preguntar. Seguimos con Yun y Ji que para mi sorpresa eran vecinas, ellas alegraron el ambiente en el vehículo haciendo bromas y siendo ellas mismas. El siguiente era Xu Wen que estaba al lado de un auto de alta gama, su padre saludaba muy amable en nuestra dirección mandándole saludos a mis padres, prometiendo una próxima visita a casa. Mateo estaba cerca de Wen, pero habíamos decidido con mi familia que se quedaría en casa hasta que se fuera a Argentina. Y finalmente, Jesp. Su hogar era muy lujoso con mucha seguridad. Los guardias saludaban muy reverente a Jony tratándolo aún de jefe.
Ya todos juntos planeamos nuestras mini vacaciones. Había sauna, juegos, cocina, karaoke y muchas actividades para disfrutar en casa.-Jony, vos también te podes prender a nosotros. Le digo a mi papá y estas con nosotros aunque sea unos minutos- metí mi cabeza en la ventanita que nos separaba-
Él reía de forma divertida y negaba lentamente.
-Lana, no sé si pueda. Pero cualquier cosa me va ver a su lado.- dijo mirando en las direcciones de su lado-
Decidí no molestarlo más. Sé que soy muy pesada y caprichosa, pero es lo más cercano a un hermano.
-¿Cuándo te vas a Argentina?- pregunté a Mateo- No te estoy echando todavía- jugué con él-
-¡Che! Ya me querés echar vos. Todavía no sé.- rió- Igual vos no te vas a librar de mí.
Ahora se puso insoportable, aún no entiendo como fue que me "enamoré" de él. Porque me pongo a pensar y creo que me gustó como me trataba en mis buenos y malos momentos. También por su belleza extrema, si embargo rompió mi ilusión que tenía de él. En este momento lo encuentro como un amigo más.
Wen venía a mi lado, estaba con sus ojos cansados y algo tristes. ¿Acaso el tiempo era para que se puesieran así? ¡Amo la lluvia! y espero con mucha ansias el apreciado invierno. En la provincia que vengo, en especial el pueblo donde residía los inviernos son muy crudos y la nieve cae en gran cantidad, es por lo cerca a la Cordillera de los Andes. En fin, Wen estaba mal, ni los gritos alocados de Mateo o las chicas lo animaban.
- ¿Estás triste? Te veo con una carita- le miré detenidamente-
Él no me dirigió la mirada.
-¿Por qué lo estaría? ¿Acaso es importante saberlo?- sus cortantes palabras no me lastimaron-
-No te pregunté por la causa, por vos te pregunté. Me preocupás.- toqué su brazo- No tenés que decirme la razón, mientras estés bien.-
Agarré un jugo de manzana y unas barras de cereal.
-¿Querés?- ofrecí de mi comida-
- ¿De ahí?- señaló de una extraña manera-
No le dí mucha importancia, pero si él si supiera que no me gusta compartir mucho mi comida no miraría así.
- Y sí, pero tenés más ahí- señalé el lugar-
Él me lo quitó de la mano de una manera brusca. No dije nada, habían más alimentos y se veía un poco más animado mientras comía.
Ahora todo estaba mejor en el ambiente.
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YO V
Lana no entendía lo que estaba sucediendo por las mentes de sus compañeros, te voy a explicar dos de ellos. Mateo pronto se irá, y aunque sabe que no causa la misma reacción de antes a Lana, todavía quiere estar a su lado porque sabe que ella está sufriendo. Bey Bey no deja de apartar la mirada de Lana, siente que ella es la salvación que tanto había esperado y aunque consideraba que todos los del vehículo eran amigos de él, no dejaría que Lana desapareciera de su vida. Jony sabe que no debe de ver a Lana de una forma romántica porque ¡POR FAVOR, ES LA HIJA DE SU JEFE! ¿Cómo podía pensar eso?, pero todo depende de la decisión individual.
Jesp, por otra parte refleja sus sentimientos apoyando contantemente a Lana. En el viaje le dolía profundamente ver como trataba a Xu Wen o la insistencia de que el guardaespaldas estuviera a su lado. Él lo admitía, Lana Castinger le había gustado desde la primera vez que la vio estacionada en su limusina, ese traje tan horrible que tenía la escuela la hacía verse como una estrella brillante, esos cabellos rubios parecían finos hilos de oro, su piel pálida y algo sonrojada la hacían deslumbrar como la aurora boreal, tan hermosa y única. Se destacaban sus ojos verdes, como peridoto. Para Jesp, Lana era invaluable.
Xu Wen estaba triste, se había enterado (no por parte de Lana) que Mateo se quedaría en la casa de ella. Eso lo incomodaba en gran forma. Aunque de alguna manera, él no aceptaba que en verdad se estaba enamorando. Cuando tomó entre sus manos esa barrita de cereales, sintió que debía hacerlo. Xu Wen pensó "¿Será esto un beso indirecto?". Todos vieron el color rosados de sus mejillas, pero Lana en ese sentido es mi inocente y mucho no entiende del amor.
Esto es muy distinto a las demás historias, ¿Cómo es posible qué una chica sea tan única para cinco caballeros? No lo sé, al igual que vos, yo le veo tantos errores a Lana. Pero de eso se trata el amor. Amar a esa persona especial con sus virtudes y defectos.
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Una argentina en Asia
RomansaSi mi vida hubiera sido dos alas, estaría volando sobre la cúspide del Aconcagua, observando la belleza natural de los árboles y el aroma dulce de la nieve al derretirse sobre las filosas rocas brillantes de la flamante cordillera de Los Andes, pero...