Un pequeño susurro y un ...¿adiós?

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YO V

Lana casi muerde su lengua.

-Perdoname Wen, creo que me pasé- con nervios se colocó su cabello tras la oreja-

Wen no supo como responder ante las directas palabras de su querida compañera. Por lo que asintió con sus mejillas sonrojadas y llenadas de brillo.

-Está bien, creo que podes decir todo lo que quieras mientras seas vos- susurró para él-

Jugó con sus lentes mostrando ciertos nervios, mientras la observaba a escondidas. Pude sentir como sus corazones bailaban al ritmos de los sentimientos. Mientras Seung al lado de Lana pudo mirar algo dolido, ya que fue testigo de la unión de los labios rebeldes de sus compañeros y de las palabras de Lana. Pude ver las lágrimas de su corazón. 

SEUNG

Puede sonar egoísta, porque para mi lo es, pero quise ser yo el que probara los dulces labios de ella. Incluso sentí la necesidad de golpear a Wen hasta borra su rostro, pero levemente me tranquilice, sin embargo, cuando Lana dijo esas palabras me dieron ganas de llorar. ¿Por qué? Creo, creo que ella me robó.

LANA CASTINGER

Traté de no pensar en nada, pero me incomodaba que las cosas cambiaran entre los dos. Me sentía confundida y algo acalorada. Traté de mejorar las formas de decir mis pensamientos. En casa le contaría a mi hermana y mi mamá, no podía aguantar lo que sentía. Mientras mi cabeza parecía un hilo de diferentes colores, el tiempo pasó sobre el techo de la escuela. 

A la salida Jony me recibió con su abrigo, y nos apresuramos a ir rápidamente a casa, me emocionaba ver a mi querida hermano después de un largo tiempo. Al llegar a mi abrigado hogar pude ver a mi hermano con su novia en la mesa tomando una mediatarde, parecían cansados y algo agobiados, mostrando unas ojeras muy notables. 

-Lemuel- corrí mientras él se volteaba a ver- Te extrañé- sollocé sobre su pecho-

Estábamos en el suelo, mientras él me acomodaba algunos mechones de mi pelo. Me abrazó con fuerza y  besó mi cabeza con dulzura.

-Yo también te extrañe Pumpín- dijo mientras me ayudaba a levantar- 

-Cuñada- la abracé tan fuerte que casi se queda sin aire- Te extrañe a vos también- 

Estuvimos hablando mucho tiempo, tanto que no medí las hojas que tenía pendientes en mis carpetas. Mi madre estaba más que contenta con la llegada de Lemuel con Éliza, tomaban mate como si nunca lo hubiesen hecho, conté como cinco...creo que no es normal, aunque pueden sorprenderme de gran manera.

YO V

Lana trató de no pensar tanto en ello, e incluso le comentó a su hermana y madre todo lo sucedido.

-Amor, vos concentrate en la escuela. Tu amor de verdad tarde o pronto va a llegar, vos no te preocupés- besó las mejillas de su hija menor- Ahora vamos a cenar que tu papá hizo un asado muy rico  y tu hermano trajo unas aceitunas negras hechas en casa- tiró de su brazo para levantarla- 

Clara y Lana se quedaron un leve momento en silencio.

-No me siento bien, no sé qué sucede conmigo- Lana se colocó algo de ropa cómoda- Pero- tocó sus labios,  e inmediato se sonrojó- no es tan malo-

Clara se quedó pensando en las incoherencias de su hermana menor.

-Después de comer te vas a sentir mejor, eso no es tan malo- la empujó con sus frágiles brazos hacia la puerta- 

La velada fue llena de risas, parecía ser una casa de comedias. E incluso hacía sentir envidia a algunas personas que pasaban, pero todos disfrutaron de los alimentos y de los malos chistes de Gemuel. Comieron asado y el postre fue una deliciosa chocotorta y muchos helados sabor frutilla y vainilla. 

En el portón principal había una gran cantidad de periodistas que buscaban alguna primicia para reportar: ¿Quiénes eran los nuevos integrantes de la familia Castinger?

A pesar de que la bisa era fría, todos decidieron compartir la pileta. ¡ERROR! Ahí fue un desastre aún más grande. Tiraban a Lemuel, a Gemuel, a la irónica Clara y a la dulce Éliza. Incluso habían gases con burbujas y risas de chanchos. Todos gozaron una tranquila noche, era bueno cuando la familia se reunía así después de un gran tiempo separados.

LANA CASTINGER

Todos los días estaba estudiando y me esforzaba por lograr mis sueños. Estábamos a un día para los exámenes, ¿qué significaba? no lo sé, ¿vería nuevamente a mis amigos? no lo sé. Apesta crecer, ojalá pudiéramos estar  siempre juntos, pero duele crecer y alejarnos de todas las personas que amamos.

Sangre, lágrimas y sudor = esfuerzo = éxito o fracaso.

 Eso nos dijeron antes de comenzar con el examen. No sabía si llorar de desánimo o reír de nervios. Miré para arriba y le pedí a Dios, si solamente era su voluntad que todo saliera bien, y si no lo era, igual todo iba a estar bien. 

Eran muchas mesas y muchas sillas, cinco profesores que estaba allí mirando que nadie se copiara y que todo saliera "bien". Pude sentir esa fragancia gracias al viento que mecía las cortinas del salón. Sus suaves manos me tranquilizaron. 

-Gracias Wen- dije para que él y yo pudiéramos escuchar- 

La batalla comenzó.

YO V

Lana había ingresado desde las 8:00 y debía de aguadar todos las evaluaciones hasta las 17:30. Su familia estaba en un lugar con el mate y algunos sándwiches para poder hacer compañía a Lana, aunque sea en la distancia.

Estar con Wen la tranquilizaba, e incluso la fortalecía en su debilidad. Los exámenes eran devastadores e incluso les dolía hasta la médula. En los recesos de 10 minutos, Lana descansaba sobre el pecho de Wen, su panza era un volcán en asenso. 

Wen la miró y deseó ser la cura de ella. Con sumo cuidado la acomodó los mechones de cabello. Nuevamente la miró, y pudo ver lo pálida que ella se veía. Era el último examen y todo acabaría.

A la salida, ambos salieron de tomados del brazo, agarrados como si los dos fueran el salvavidas individual del otro.

-Mamá, dentro de un mes tendremos los resultados- Lana abrazó a su madre- ¿A dónde vas? ¿Está tu papá por acá?- Lana ahora se dirigía a Wen-

Él negó cabizbaja.

-Vamos entonces, te voy a presentar a mi familia completa- caminaron hasta unos de los vehículos-

La tarde parecía ser una salida que pronto se convertiría en una nueva entrada y sellaría una herida.

Una senda llena de piedras y nueva llanuras esperan, pero te lo contaré en la próxima temporada. Espera que pronto nos encontraremos...YO V.

Una argentina en AsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora