XU WEN
La vi acostada sobre la cama blanca de ruedas amarillas. Su rostro apagado me causó inexplicables sentimientos negativos y ganas de poder darle mi salud a cambio de su vida. Aún no entendía el porqué de mis pies inmóviles, tenía ganas de correr y abrazarla para que pudiera sentir mi calor.
- Wen- su voz ronca y su cuerpo entubado me hizo sangrar el cuerpo- Pasá, estoy horrible- emitió una hermosa sonrisa y con cuidado tapó su rostro-
No, no, estaba tan hermosa como todas las veces que la había visto. Necesitaba decírselo, no podía contenerlo en mi pecho.
-Estas tan hermosa que duele- jugué con ella-
Lana me miró avergonzada. Amaba ver facetas que desconocía de ella. Aún débil señaló a una chica un poco pequeña.
-Ella es mi hermana, Clara- tomó su mano-
Con respeto saludé a su hermana y madre. En un pequeño rincón de la habitación me senté. La veía solamente a ella, no escuchaba nada más, no importaba el tiempo y tampoco si había frío o calor.
-Vení Wen- la señora Eliana me llamó- Voy a ir con Clara a comer algo, quedate por favor con Lana- con dificultad trató de levantarse-
Fui y tomé su brazo.
-Gracias cariño- besó mi frente-
Eso hizo que me sintiera protegido, recordándome alguna vez a mi madre.
-Vení- hizo un hueco en la cama- Tengo ganas de oler tu perfume-
No podía negarme, si ella me pedía el oxígeno del mundo entero se lo daría.
-Gracias por venir, no entiendo como, pero te necesitaba a mi lado- se recostó sobre mi pecho-
Una lágrima mojó mi remera escolar. Solo acariciaba su cabeza. Temía arruinar nuestro momento, pero quería quedarme con ella para siempre.
-Toda mi vida voy a estar con vos- me maldije mentalmente-
Se habían salido mis pensamientos.
- Lana, te amo. Creo que fue tu golpe en mi brazo o tu horrible manera de nadar, o simplemente la primera vez que te vi defendiendo a Bey, pero desde esos días no te saco de mis pensamientos ni en mis sueños. Todos los días espero verte, y los segundos son eternos para mí- esperé con ansias su respuestas-
Sin embargo no dijo nada, lentamente la miro, pero ella dormía sin despegar sus párpados. ¡¿Por qué mi confesión había sido tan desastrosa!? me sentía demasiado avergonzado, aún así daría lo mejor para enamorarla y dar la más esplendorosa confesión.
Besé su frente, a cambio, un fuerte abrazo recibí.
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YO V
Los días pasaron y Lana iba mejorando lentamente y sin complicaciones. Los remedios habían hecho afecto, o eso pensaban. El silencio es peligroso.
Jony había llevado a Lana a la escuela, no debía despegarse ni un segundo. La escuela había acordado un trato especial.
-Ma, tengo miedo, creo que no me fue bien- se balanceaba sobre ella misma-
-¡Ay Lana! no seas tarada- la voz de su madre era reconfortante- ¿Vos estudiaste?- Lana asintió- Listo, no te hagas mala sangre. Además no importa los resultados, ni nada, porque nosotros siempre vamos a estar orgullosos de vos- besó con cariño las mejillas de su hija menor-
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Una argentina en Asia
RomanceSi mi vida hubiera sido dos alas, estaría volando sobre la cúspide del Aconcagua, observando la belleza natural de los árboles y el aroma dulce de la nieve al derretirse sobre las filosas rocas brillantes de la flamante cordillera de Los Andes, pero...