Una argentina en Asia

El tour

LANA CASTINGER

El examen había finalizado y la clase habían finalizado, Lana estaba cansada y por supuesto sus amigos. Ella sabía que duro trabajaban para poder ingresar a las mejores universidades o llevarle "reputación" a sus familias.

-Mamá, ¿Puedo llevar los chicos a la casa?- preguntó entusiasmada- Sí, hoy rendimos y se les nota cansados y decaídos, te iba a preguntar si hacemos un asadito con ensaladita- sonreía embobada en su teléfono de pantalla quebrada- Dale ma, gracias. Mira, ya sé que Mateo se comportó para el traste conmigo, pero me da pena, está solo en Corea y no conoce nada- una pausa hizo- Sí, compro pan y vamos para allá-

Su rostro estaba feliz y su voz era más cálida y tranquila que antes.

-¡Chicos!- los llamó-

-Vamos a casa a comer un asadito- agarró del brazo a Bey Bey- No tiene que llevar nada-  insistió-

Detrás de Wen estaba Mateo intentando hacer que Lana lo mirase-.

-Vos también Mateo- 

Afuera estaba Jony con su traje negro que lo hacía ver aún más irresistible incluso para las mujeres más grandes de edad. De reojo observó las manos entrelazadas del tímido joven con Lana y sintió una punzada en su pecho, sin embargo, se notaba el ambiente pesado en el auto. 

-Jony, mirá tenemos que pasar a comprar pan, pero no me ubico bien acá ¿Me podrías llevar a comprar a una panadería o a un kiosco?- metió su cabeza por la ventanilla que separaba al conductor de los pasajeros-

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YO V

Park Jiho sintió como todo pasaba por milésimas de segundos, el aliento fresco y dulce chocaba con su cuello haciendo que se estremeciera por completo, de reojo la observó por un segundo. Recordó una vez que dijo que las mujeres de carácter fuerte y de rostro sobresaliente nunca le llamaría la atención, pero al mirarla se dio cuenta de que estaba cayendo en un error.

Kim Seung o mejor conocido como Jesp miraba de la misma forma que los caballeros restantes, se sentían aturdidos y con su rostro al punto de estallar de bronca. Las chicas, por su parte, gozaban de los ricos chupetines y caramelos del fundo.

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-Acá Lana, me bajo yo, no se preocupe- le brindó una carismática sonrisa a Lana-

-Chicos que vamos a hacer, menos cosas de la escuela, sé que están re cansados porque los veo y me preocupan- Wen lanzó una mirada sorprendida- Incluyendote Wen- 

Debatieron sobre qué podrían hacer, juegos muy infantiles, algunos, otros divertidos y sanos, después de tanta revuelta decidieron hacer karaoke, muy conocido en Corea. No sabían si en la mansión lo tenían, pero optaron por un plan B. 

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LANA CASTINGER 

Ya en la casa, se sentía el rico aroma de la carne asada con algunas verduras.  Nos adentramos a la casa, no teníamos la costumbre de quitarnos los calzados, nos era más cómodo para mis padres y yo no teníamos esa costumbre a no ser que cuando se limpiara el piso de la casa con un lampazo de agua, sino mamá se enojaba y no queríamos eso. En fin, mis padres nos recibieron en la entrada.

-Hola chicos, soy Gemuel el padre de Lana y ella es mi esposa Eliana, espero que se sientan cómodos- le extendió la mano a todos-

Mi madre los saludó a todos con dos besos en la mejilla haciendo que se sobresaltaran.