LANA CASTINGER
El sol estaba más brillante de lo normal, se sentían los pajarillos cantar con mucha fuerza y alegría, el viento bailaba con las hojas el agua de la mañana. Unos pequeños zamarrones hicieron que me despertara, era mi madre Eliana que traía su pijama rojo con cuadros grises, su cara parecía una crema de flores, pues se veía serena y muy suave.
-Levantate, hagamos algo, todavía es temprano, pero podemos hacer algunas cosas- frotaba sus ojos somnolientos- Recién te vas a las 09:20, el reloj marca las 08:13, tenemos tiempo de desayunar con tu padre- sacó las sábanas con las colchas- ¡Vamos!
Con pereza lo hice. La señora se veía más simpática y alegre, su inglés no era muy bueno, pero podía entenderme aunque sea lo básico. Era bajita, no más que mi madre o que yo, traía una muda de ropa limpia y mi uniforme planchado y perfumado. Las escaleras eran interminables, mis brazos dolían como nunca, debía de ser por la bolsa. Pude escuchar los murmullos de las voces de mis padres, se sentían muy animados y jugaban entre sí, eso era bueno.
La mesa estaba decorada con unas flores silvestres y unos pocillos de té natural del lugar, unos panes de salvado con nueces y mermeladas; era como antes lo hacíamos en casa, aunque también había facturas con una empanaditas de nuez. El desayuno fue muy nutritivo, mi papá Gemuel contaba como era la empresa, tan lujosa y con gente ordenada y demasiada respetuosa, eran contados con los dedos aquellos injustos e incluso sobraban dedos. Una llamada de estruendo cautivó a nuestros sentidos auditivos, una voz delicada y pacífica solicitaba una audiencia además de unas 30 en espera, el auto estaba en la entrada con un hombre adulto y bien vestido, su estatura era promedio a la de mi padre, rápidamente se despidió dejándonos aún con ganas de saber más de su historia. No medí el tiempo, era tarde casi las 9:10, me vestí lo más rápido posible, mi maquillaje natural resaltaba mis esmeraldas y mi cabello oro se meneaba con el viento y dejaba su aroma a champú fresco. Jony estaba como siempre, presentable y puntual. Ya en la lujosa limusina, me entregó una bolsa de madera muy linda.
-Lana, esto es para usted- su mirada era fija al volante- Sé que ayer se desquitó con la pobre bolsa- río-
En la bolsa, había unos parches de ositos y unas vendas para manos.
-Jony, gracias. No tenías que molestarte, además no sé como se usan estos parches- observaba lo lindo que eran esos parches- Les voy a decir a unas amigas que me ayuden-
El trayecto fue tranquilo, gente amontonada no había en las calles, sin embargo, al bajar en la escuela, fue la perdición. Una furgoneta blanca estaba rodeada de periodistas y muchas niñas de la escuela. Jony muy precavido me ayudó a bajar del auto.
-¡La niña Castinger!- una periodista se abalanzó con sus camarógrafos-
Jony me abrazaba tratando de que los periodistas no me hicieran daño. Estaba amontonada, muchos flash en mi cara ¿Acaso no estaba una celebridad? ¿Por qué tenía que ser yo la llamara la atención de estos periodistas? Los guardias de seguridad ayudaron a que pudiese entrar; no me había dado cuenta, pero Jony seguía a mi lado. El director entró preocupado, se veía una capa de sudor en su frente y unas manos temblorosas limpiaban esa capa. Dejaron que Jony se quedara un momento a mi lado para que pudiéramos hablar.
-Lana ¿Está bien?- tocaba mi hombro-
-Sí, Jony, todo en orden-
Era verdad, no sentía que nada estuviera fuera de lugar, tampoco me molestaban el flash ni la gente. Afirmado sobre la puerta, un chico alto y muy guapo nos observaba a todos. Su cabello era de un tono naranja claro tirando a marrón, tenía lentillas del mismo color y una parada dominante y que demandaba autoridad. El director se acercó a él, y se lo llevó apresuradamente a otro sitio.
-Lana, no salga de la escuela hasta que yo la venga a buscar ¿Entendió?-se veía preocupado-
Lo era, él era como mis hermanos, protegiéndome ante el peligro o situación adversa.
-Está claro Jony, quedate tranquilo- sonreí con franqueza-Te voy a esperar, por favor avisame cualquier cosa con respecto a mis padres, no quiero que estén preocupados-
Él asintió para luego marcharse, el director se disculpó por no poder proteger mi seguridad. Mientras caminaba directo a la clase, el chico de esta mañana estaba parado, observándome con esos ojos tan profundos.
-Me robaste la atención señorita Castinger- se acercó con soberbia- ¿Quién sos? Nunca escuché de vos- hablaba en su idioma-
-Lo lamento, no te entiendo lo que decís- me dirigí al curso-
Todas miraban eufóricas, su idol estaba en su escuela y en su curso. Rápidamente, fui al lado de Wen, sus ojos marrones estaban neutros mirando un cuaderno del idioma natal del lugar.
-¿Estás bien?- levantó la mirada de aquellas páginas blancas para poder verme mejor-
-Lo estoy, gracias por preguntar- acomodé mis cabellos desordenados-
Jony me había cuidado con mucha preocupación a tal punto de desacomodar con su cuerpo rígido mi cabellera. Unos gritos chillones me despertó de mis pensamientos y de la lectura profunda de Wen, era el chico del pasillo. Como en el día anterior con Jony, las chicas se amontonaron alrededor suyo.
-Wen, ¿Quién es él?- sus ojos se abrieron como platos-
-¿Cómo me llamaste?- me tomó de los hombros con brusquedad-
-Wen- estaba confundida-
Él rio con sinceridad, su sonrisa era hermosa y el sonido que emitía era como una melodía.
-Él se llama Kim Seung, su nombre artístico es Jesp de la banda "Forever Life" - dijo mientras volvía su mirada al libro-
La profesora ingresó, el líder de la clase, es decir, el delegado era Xu Wen no hizo levantar para saludar a la docente de inglés, aunque me enseñaría coreano, ya que sabía ese idioma. Hicieron lo mismo cuando el día que llegué, el director estaba al lado de él.
-Preséntese- dijo ella en inglés-
-Hola, me llamo Kim Seung, pero me pueden llamar Jesp- hizo una reverencia- Espero que puedan cuidar de mí-
El director palmeó su espalda despacio.
-Alumnos, buen día. Espero que cuiden a sus nuevos compañeros. El señor Jesp es una persona que tiene muchas fans y la Señorita Lana es recién llegada de Argentina, ella no conoce de nuestra cultura ni nuestro idioma, pero es muy prometedora en su futuro, en su antigua escuela sacó las notas más altas rompiendo records de sus mayores- dijo orgulloso-
No entendía lo que decía, estaba hablando en coreano, Xu Wen me observaba serio y algo divertido ¿Por qué tenía esa mirada? Jesp me sonrió. La verdad no comprendía cómo podía haber chicos tan guapos superando a Mateo en varios aspectos, tal vez era porque nunca los había visto, solamente a mis queridos "maestros".
Todos asintieron como unos soldaditos, era como si temieran del director o de la profesora, me sorprendía, era todo lo opuesto a mis compañeros y demás profesores.
-Gracias, director-dijo la profesora mientras el superior se marchaba- Jesp puede sentarse en el pupitre a la izquierda de Lana- señaló-
Él caminaba con sus pasos triunfador o soberbio.
-Wen ¿Qué dijeron?- pregunté sin entender la situación- No entiendo lo que dijo el director-
Nuevamente rio, pero se tapó avergonzado. Tampoco entendía de qué se reía.
-El director está orgulloso de tener a personas famosas y más una niña tan competente como vos- dijo mientras escribía lo de la pizarra-
¿Famosa yo? ¿Competente? La primera no lo era y la segunda, siempre traté de dar lo mejor de mí-
Ji y Yun me miraba con picardía, eso lo tenían esas miradas que te hacían reír sin vergüenza. Un papelito voló en dirección de Xu Wen, era Jesp, este decía "Competencia".
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Una argentina en Asia
RomantikSi mi vida hubiera sido dos alas, estaría volando sobre la cúspide del Aconcagua, observando la belleza natural de los árboles y el aroma dulce de la nieve al derretirse sobre las filosas rocas brillantes de la flamante cordillera de Los Andes, pero...