Ella está asustada cuando las alarmas del destructor estelar estallan y se adhieren insufriblemente en sus tímpanos.
Como ondas de agujas taladrando su cerebro, sus nervios de acero se vuelven un suplicio en el momento en que llega al puente de mando, detrás del líder supremo. A la mitad del ciclo galáctico, él ha sido informado de un asalto en grupo por un escuadrón de X-wings de la resistencia.
La notable cuadrilla apareció como la bruma de una tormenta torrencial, como si hubiesen irrumpido de la manera más salvaje en el largo letargo del Finalizador. Agresivos y desorganizados, los caza estuvieron atacando los cañones ventrales de la nave durante la noche y aunque ellos son significativamente superiores en número, el daño fue devastador en un diminuto número de tiempo. Ahora, decenas de naves enemigas han tomado posesión de los dominios de la primera orden en el cuadrante y el lejano Raddus de la rebelión gravita a sólo un parsec de distancia según el radar.
Kylo Ren está furioso, por supuesto. La única vez que pudieron ser honestos y la pasaron bien, ha terminado nuevamente en una desgracia. Rey no ha tenido ni siquiera el tiempo para procesar toda la mierda que ha ocurrido entre los dos.
Todo se ha vuelto caos demasiado rápido, bastante horrible, y ella sigue oliendo a los vestigios del sexo, el placer y la lujuria.
Sus ojos verdes avellanados están atentos en la ventana del puente de mando. Pequeñas X-wings colorean de láseres la penumbra de la galaxia y muchos de los Tie ya están emergiendo de los hangares principales de la flota.
Ella no presta atención a las órdenes ladradas por líder supremo, tampoco en los ojos acusatorios y molestos del general Hux. En su lugar, se mantiene atenta a la lucha que se desarrolla fuera del destructor de estrellas, admirándose de la valentía de los pilotos y soldados.
En otras circunstancias, a ella le habría gustado ser una piloto.
Una piloto de guerra.
Durante mucho tiempo practicó en los simuladores de algunos Tie y X-wings abandonados tras la caída del Imperio en Bracca. Algunas de las naves tenían excelente sistema de entrenamiento y fue así como más tarde pudo hacerse del timón del Eravana. Quizá no había tenido mucha experiencia en el pilotaje de guerra, incluso su mejor experiencia fue cuando los merodeadores del pasaje de Corellia casi la convirtieron en polvo de estrellas. Rose y Rey habían sido demasiado afortunadas al sobrevivir y al mismo tiempo había sido la primera vez que se sintió verdaderamente útil en algo.
Porque descubrió una cualidad que no sabía que poseía.
Hoy, no obstante, es incapaz de cerrar la boca y tranquilizarse ante la magnífica demostración de talento. Luces, giros y maniobras son realizados a la perfección como si fuese una acción tan natural como respirar. ¿Cómo sería ella como piloto? ¿Podría volar una de esas cosas y explotar algunos cuantos rebeldes?
La idea de volverse contra los buenos fue devastadora en muchos sentidos, incluso, si su sed de emoción se volvió enfermiza.
—¿A qué se refiere con que no conoce el número exacto, general?—Kylo está gruñendo bajo su máscara. Puños de cuero apretados y un cacareo eléctrico de su vocomodulador. Hux parece molesto por la forma en que Kylo le grita, pero es imposible que él no reaccione de tal manera cuando se ha sabido de la infiltración de la resistencia en sus filas.
¿Cómo es que Ren puede hablarle como si no ha intentado matarlos? ¿Cómo puede tolerar tener bajo su mando a quien hace poco mandó a un lacayo para ejecutarlo? Rey trató de entenderlo pero, claramente, en este mundo dentro de la primera orden, los hilos se mueven por políticas. Y no importa si Kylo Ren es el líder supremo, o si Hux es el favorito. Ante un ejército que lo tiene todo, la corrupción es un hecho inescrurable.
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𝐄𝐑𝐀𝐕𝐀𝐍𝐀 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎
Ficção CientíficaSINOPSIS: No recuerda nada de su pasado. Rey no sabe de dónde viene o cuál es su misión en la galaxia. Ha pasado más de seis años trabajando como traficante de especias, junto a la mecánico más irritante a bordo del Eravana. Su vida es monótona, sim...