𝐄𝐑𝐀𝐕𝐀𝐍𝐀 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎

Capítulo 8: Halcón

Cuando Rose aterriza en la planicie más cercana del castillo de Maz, su cuerpo le pide a gritos que duerma todo el jodido día.

Tiene un nudo en la garganta desde que salió del desierto desolado de Jakku, una punzada incesante que se ha instaurado dolorosamente en lo más profundo de su corazón. Quiere creer que todo es una horrible pesadilla; que la fuerza le está jugando inclemente y que es una clase de prueba para medir su calibre como carroñera.

Pero Rey no ha vuelto con ella y eso la derrumba.

Sus costillas duelen de tanto llorar, su pequeño amigo androide no ha dejado de pitarle preocupado para que se detenga de una vez o podría hacerse daño, pero lo único que quiere es tomar el timón de esa nueva nave que ha robado y salir volando directo hacia la Primera Orden. Naturalmente, todo ha salido de la mierda; Rey siendo atrapada por el lunático de su hermano gemelo, el abandono del Eravana en las dunas ardientes de Jakku y cada uno de los componentes esenciales de su hogar siendo arrancados cruelmente por el actual líder supremo. Rose vuelve a gemir destrozada una vez que reaviva esos últimos acontecimientos; el quemor recorriendo toda su garganta y las cuerdas vocales rasgándose rápidamente por sus constantes alaridos. Ni siquiera la presencia de Finn entrando a la nave puede detenerla, ni siquiera Hanna abrazándola muy fuerte es capaz de minimizar el daño que le ha producido dejar a su querida hermana en manos de las tropas imperiales. En su desesperación, ve como el moreno cae al suelo incrédulo ante la ausencia de la carroñera castaña y aprieta sus puños con rabia al comprender que Rey no regresará. Que la han arrebatado de su lado y que no hay una forma de traerla de vuelta. Porque cuando se trata de la Primera Orden nadie tiene una oportunidad y para un grupo reducido de sobrevivientes no existe la manera de que sus plegarias sean escuchadas.

Si tan sólo se hubieran quedado en Takodana, nada de esto estaría pasando.

Y Rose se siente como la mierda más grande de la galaxia por motivar a su compañera a salir en busca de aventuras. La chica regordeta vuelve a sollozar cuando Hanna le habla cariñosamente en el oído; la morena intenta tranquilizarla, pero aún en su noble tarea Rose puede escuchar claramente como intenta no quebrarse frente a ellos. La pérdida de Rey ha significado un golpe muy duro  para todos los que componen esa pequeña familia. Las consecuencias de sus actos los ha alcanzado y la bruma de culpa se extiende entre cada uno de los presentes en la cabina.

—Intenté traerla.—Llora Rose, despegando su rostro del cuello de Hanna para plantarle cara a la anciana y al moreno.—Quise levantarla, pero ella se negó. Dijo que escapara y ahora no se si está bien o si está sufriendo... joder. 

—Hiciste lo que pudiste, Rose.—Maz ajusta sus lentes una vez que suelta las palabras. La anciana había estado muy serena desde que se plantó en el piso metalizado de la nave corelliana.—Era algo que se veía venir. No se puede escapar tan fácil de la Primera Orden.

Sí. Es imposible escapar de la Orden, la armada tiene espías por doquier.

Finn, quien había estado arrodillado y derrotado en el suelo, aprieta los puños hasta casi volverse blancos. La maldición que sale de su boca suena chocante para alguien tan correcto como él. El moreno no solía perder el control, pero siempre que se trataba de Rey había sido muy determinante con sus decisiones, con lo que le contaba o incluso como se comportaba delante de ella. Rose sospechaba amargamente que quizá podía albergar sentimientos más profundos por la joven.

—Tenemos que ir por ella.—Resuelve el antiguo stormtrooper. El brillo decidido reluciendo en sus ojos aceitunas.—No hay tiempo que perder.

—Espera, Finn.—Maz detiene su entusiasmo. Realmente da miedo cuando la mujer pone su faceta más impertérrita delante de ellos.—Tienes que tranquilizarte; tú mejor que nadie conoce el sistema de la Orden y sabe que no es fácil colarse en un destructor. Además, desde la muerte de Snoke, el nuevo líder supremo dobló la seguridad de sus naves. Kylo Ren podrá ser un hombre impulsivo, pero es un líder muy inteligente y no será fácil burlar la guardia que custodia a Rey.