𝐄𝐑𝐀𝐕𝐀𝐍𝐀 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎

Capítulo 5: Jakku

Jakku es el planeta perfecto para todos aquellos que quieran pasar desapercibidos por la ley.

La ley es la Primera Orden, obviamente, lo que significa el líder supremo y por consecuente Kylo Ren.

Rey sabe que no es fácil huir de alguien como lo es el líder supremo. Entiende claramente que su única salida es recluirse en un sistema que no sea dominado por el ejército de su hermano, donde no se encuentren planetas explotables o interesantes para el armamento de su dictadura. 
Lo que menos quiere es encontrárselo, no soporta la idea de mirarlo a la cara luego de lo que pasó la última vez que lo vió. Porque sabe que aquellos recuerdos que brotaron como alfileres de su mente fueron genuinos, y sólo pudo ver dolor y un amor desmedido por ella. Entonces la interrogativa vuelve una vez más a su cabeza ¿Cómo es que ese hombre se desvió del camino? ¿Por qué llegó a ser lo que es ahora? Porque ni ella misma sabe cómo es que Kylo Ren llegó al mandato y aunque sospecha que tuvo algo que ver con ello no esta tan segura. En su lugar, prefiere pensar que es inocente, que por obligación terminó enredada por la aplastante personalidad de su gemelo y su destino incierto la llevó a parar al océano furioso de la estrella de la muerte.

Sin recuerdos y sin vida anterior.

Jakku suena el lugar perfecto para desaparecer del ojo gubernamental; su desierto inhóspito e interminable parece ser un buen cobijo durante los siguientes meses en los que su grupo diminuto se quede. Rose, BB8 y ella caminan con mucho cuidado por las arenas claras del desierto, tratando de evitar los huecos peligrosos de las dunas. Rose es una excelente geografa, sabe de todo un poco y guía a los tres por caminos ya conocidos y explorados. La mecánico es una mujer muy hábil reteniendo información y puede pasar años de haber memorizado algo y mantenerlo en su conciencia por muchos ciclos. Esa es una cualidad que Rey no posee, y es normal ¡Joder! ¿Cómo demonios sería buena memorizadora si no recuerda nada de su puto pasado? Así que su primer impulso es seguir a la chica de mejillas pomposas sin preguntar mucho acerca de sus planes. Han dejado el Eravana en las afueras del mercado de Niima, junto a una nave de la corporación más famosa de ingeniería corelliana.

—¿Qué tanto le miras?—Pregunta Rose deteniéndose a esperarla. Están llegando al negocio del viejo Unkar Plutt, mientras Rey mantiene sus ojos en la curiosa vieja nave en forma de disco que dormita en los terrenos del viejo comprador.

—Esa nave es elegante.—Responde simple. Sus ojos atentos a la estructura un poco oxidada del navío y los alerones ligeramente torcidos en forma de "u". Una fina línea de faros apagados envuelven los bordes de metal, los cuales Rey ha visto antes y sabe que encendida la maquina los faros son de un azul brillante y llamativo.

—¿Ese viejo armatoste?

Rose niega, da vuelta y continúa su caminata hacia la tienda del crolute. La carroñera no puede hacer otra cosa más que desear pilotar esa nave que por alguna extraña fascinación se siente atraída por el pequeño buque de aspecto deprimente.

El astromecánico naranja-blanco le golpea las pantorrillas con su domo y le pita en binario para que se mueva pronto; su tono es todo menos amistoso y ella rueda los ojos cuando el droide maldice a la madre que ni siquiera recuerda.

—Si sigues así te venderé en piezas al mejor postor.

BB8 vuelve a maldecirla, pero con un tono menos hosco y más precavido. Nunca es bueno minimizar la mente metálica de una unidad bee-bee, a veces solía darle grandes sorpresas, sobre todo cuando el pequeño balón se obsesionaba con algo en específico.

BB8 tenía una personalidad genuinamente rebelde o algo así, maldición.

Las desventajas de robar un droide de la resistencia, pensaba hasta la fecha.