Capítulo 12: Terror

549 48 29
                                    

Terror.

La joven mecánico abre sus ojos inmensamente cuando el cielo tardío es roto por la imagen de un flamante destructor estelar irrumpiendo en la atmósfera. La nave colosal de duracero gris y antenas incandescentes se mantiene en silencio, mientras los cientos de soldados de la resistencia gritan maldiciones mirando al cielo. Es un horror; agudo y paralizante que logra mover a un grupo acostumbrado a la guerra en cuestión de segundos.
Rose nunca ha sido precisamente una mujer rapida o grácil, su rama fuerte es la tecnología y dada las circunstancias en las que llegó a esta base, le cuesta demasiado trabajo mantener la calma y el semblante taciturno.

Algunos hombres suben a los transbordadores más grandes, al mismo tiempo que otros tantos intentan poner en marcha la huida. Saben que no pueden enfrentarse a la primera orden ante su falta de recursos o la poca organización militar y que la forma más factible para mantenerse a salvo es escapando. Rose no es buena actuando bajo presión, ese tipo de cosas son del estilo de Rey a decir verdad, pero de poco a poco comienza a moverse con decisión, dirigiéndose al borde de la base para admirar al imponente destructor estelar que sobrevuela en su cabeza. Ella lo sabe, su mejor amiga está en ese navío, puede asegurarlo casi con exactitud, porque la nave es la marca insignia del líder supremo Kylo Ren y por obvias razones su amiga debe encontrarse dentro del titán de acero.

Lo cierto es que su ceño se frunce a sobremanera cuando examina con detenimiento el casco gris y blanco de megadestructor. Tiene que buscar a Rey a como de lugar, no importa si muere en el camino haciéndolo, le debe esto a la castaña y ha prometido cuidarla con su puta vida. Se lo debe.

Por eso corre hacia el cuartel general de la base a lo que sus piernas cortas y gordas dan; donde decenas del pilotos y soldados ya se revuelven como hormigas desesperadas en colisión. La sala de estrategias está cubierta por enredaderas y moho, haciendo difícil esquivar las hierbas al trotar por el suelo de piedra. Rose llega trastabillando justo a tiempo al lado de Finn y de Hanna, quienes hablan  acaloradamente con la general, en una discusión que parece no ir de la mejor manera.

—¡Necesitamos su apoyo, mi amiga está allí!—Finn parece incluso más desesperado que ella y Rose casi siente la preocupación creciente de su amigo.

Leia sin embargo, no parece perturbada por la rudeza del moreno, ni mucho menos nerviosa por la seguridad de su propia hija. La mujer es una figura de acero reforzado, un buen elemento político y inexpresivo.

—Yo también quiero recuperar a Rey, pero no tenemos los recursos para enfrentarnos a la primera orden. Ir a ciegas sólo podría empeorar las cosas.

—Escúchala, Finn.—Interviene Hanna, tomando la manga de la chaqueta del hombre. Hanna siempre había sido un tranquilizante perfecto para la ímpetu del ex-soldado.—Pondremos la vida de Rey en riesgo. Tenemos que pensar antes de actuar. 

Finn la mira con aprensión. Sus labios gruesos formando una línea baja en su cara sudada y brillante.

—No puedo quedarme aquí sin hacer nada, sabiendo que mi amiga está en manos de ese asesino.—La voz del moreno se escucha ahogada casi al final de la oración. Rose, quien ha conocido durante tanto tiempo al hombre, sabe que su preocupación va más allá de un cariño por una simple amiga. Finn ama a Rey, más de lo que se ama a sí mismo y eso duele un poco en el corazón de la mecánico.

—Yo te ayudaré.—Por primera vez desde que llegó, Rose habla fuerte y claro, sin vacilar. Los tres pares de ojos se posan en ella y suspira lentamente antes de continuar con su estrategia.—Puedo meternos a la nave, si nos alcanzan en un transporte.

Leia gira la cabeza un poco, algo confundida por el nuevo plan suyo. Nadie sabe que ella es capaz de decodificar binarios de la orden, una habilidad que aprendió de Maz en sus mejores momentos de amistad con la anciana.

𝐄𝐑𝐀𝐕𝐀𝐍𝐀 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora