Capítulo 27: Cobarde

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¿Eso es verdad?

—Sí.

—¿Cuánto tiempo?

—Desde hace dos meses.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué dejaste que me enterara por alguien más?

—No voy a tenerlo. No aquí.

—Este es nuestro hogar.

No, este no es lugar para una familia. Tú y yo no servimos para esto.

—¿Tienes miedo?

—¿Tú no?

.

.

Ella está tosiendo.

La cabeza le duele tanto que tiene que moverse de la posición de meditación y apoyarse con la mano sobre la superficie del terreno. Los pulmones le arden como si hubiese aspirado ácido de la luna de Wobani y es imposible no escupir la saliva que se le ha acumulado en la boca. Rey no sabe qué fue lo que vio y no tiene idea de porqué la fuerza le ha mostrado esto, sin embargo, cuando su vista deja de tener esos borrones oscuros y manchas, ella contiene el aliento cuando lo mira.

Kylo Ren está cabizbajo, con la respiración igual de errática a la de ella y una rodilla sobre el piso del salón. Se le ve rígido, alterado en su porte de hierro, con su máscara haciendo ese sonido eléctrico y su pecho subiendo y bajando con rapidez.

Ella nunca, realmente nunca lo había visto tan vulnerable, y es una verdad absoluta que no quiere que nadie más lo vea.

La chica respira, frunciendo su ceño y mirando con nerviosismo a los caballeros de Ren que se han acercado al cuerpo abatido de su maestro. Hay un brillo especial en los ojos de Ushar cuando se coloca a su lado, haciendo que Rey se estremezca por la sensación oscura de su firma en la fuerza. Ella siente molestia. Extrañamente no le agrada que esos hombres lo miren así, tan expuesto. Pero Kylo también ha pensado en ello incluso antes, porque su mano se levanta en dirección de sus caballeros y les ordena con una seña muda que se retiren.

Ellos deberían obedecer inmediatamente después de todo el castigo que han recibido, pero tienen una lealtad insana a su superior que sólo retroceden un par de pasos a la expectativa.

—Maestro... —Cardo ha decidido acercarse un poco, pero se congela en su sitio cuando el segundo paso sale de su locomoción. El líder supremo es realmente bueno paralizando a la gente y no sólo Rey ha sido víctima de la sumisión corporal, y es un poco victorioso saber que no es la única a su merced.

—He dicho que salgan de aquí.—La voz le tiembla dentro de la máscara, haciendo que levante su vista y lo mire con una mueca cautelosa.

Realmente nunca lo había visto tan afligido, esta es la primera vez que lo ve tan vulnerable y agitado, y es casi atronador saber que este poderoso hombre es humano después de todo.

Cardo y Ushar no se mueven de su lugar hasta que Ren suelta a Cardo de sus zarcillos de la fuerza y es capaz de moverse por su cuenta. Ambos retroceden alejándose de ellos, caminan hasta las puertas de duracero en completo silencio, sin mirar atrás y desaparecen por las mismas.

Rey podría no tener buena relación con los caballeros, podría mantenerse lejos de ellos toda su estancia en esta nave, pero siempre que se queda a solas con su gemelo, ella teme.

Están solos nuevamente.

Ren tiene una mano sobre la rodilla derecha, cuya pierna está doblada en una posición incada. Sus respiraciones se han acrecentado con un ligero sonido, obligando a la castaña a acercarse con cautela. Ella no es tan valiente como para tocarlo, pero si lo extremadamente noble como para atreverse a preguntarle.

𝐄𝐑𝐀𝐕𝐀𝐍𝐀 | 𝐑𝐄𝐘𝐋𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora