4. La Cena

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Mar

Cuando esos tres muchachos se dieron vuelta, y conectaron sus ojos a nosotras tres, les juro que estuve a punto de caer por las escaleras, son los chicos más guapos que he visto, son altos, aparentemente musculosos y los tres tiene unos rasgos distintivos que los caracterizan, ¿De donde salieron estos bombones?

Oye cierra la boca que ya veo que se acercan unas olas, con el mar de baba que has hecho.

Enrique pone su mano en el hombro en uno de los chicos.

—Chicas ellos son mis tres hijos: Hércules, León y Orión. —Nos da una sonrisa de oreja a oreja y los señala en orden, me causa mucha gracia sus nombres, que clase de persona les pone así a sus hijos.

Si hablamos de nombres, hija, tú no tienes el más normal que digamos.

—Encantada de conocerlos. —Sky les da una sonrisa, mamá me da una mirada recriminadora, que me indica que debo de saludar.

—Hola, soy Mar. —Les doy una sonrisa de boca cerrada.

Imbécil ya te habían presentado.

La voz de mi cabeza nunca sabe cuándo callarse.

El chico que vi bailando en la ventana, que aparentemente se llama León, me ve unos poco segundo y se encamina a la puerta.

—Papa, deberíamos de irnos, perderemos la reservación. —León habla con frialdad en su voz.

—Tienes razón, es hora de irnos. —Enrique extiende la mano para que continuemos.

El camino no fue de todo silencioso, solo escuchábamos a mamá hablar con Enrique, poniéndose al día. Ya estando en el restaurante, nos sentamos quedamos ubicados como parejas: mamá y Enrique, sky y Hércules, summer y Orión, y por último León y yo.

Ordenamos de cenar y mamá no deja de hablar con Enrique, los dos están tan emocionados poniéndose al día, que no se dan cuenta que ninguno de sus hijos a cruzado palabra con el resto.

Noto por el rabillo de mí ojo que León me está observando, dirijo mi vista hacia él, y ahí fue, lo tuve tan cerca, que pude memorizar su rostro a la perfección, ojos profundamente negros, con su cabello abundante negro, labios carnosos, cejas perfectas, es el chico más hermoso que he visto.

logro abrir mi boca.

—¿Que? —Él me da una sonrisa.

—Tu eres la que me vio semidesnudo ¿verdad? —Él lo dice sin más.

¡Tierra trágame!

Aparto mi mirada de sus ojos negros.

—¿Eres tú verdad? —Él sigue hablando con esa voz ronca pero sexi. Reúno todas mis fuerzas.

—Nunca fue mi intención verte así, estaba recorriendo mi habitación y me quede parada en la ventana y pues, tu apareciste así. —Sé que estoy roja como un tomate.

Él no dice nada, solo me ve y sigue sonriendo, la incomodidad que siento en este momento es inexplicable, tomó mi copa y tomo un sorbo de mi vino.

Papá nos enseñó a beber, según él, era mejor aprender a beber entre familia, que ir y experimentar por nuestra cuanta, solas y sin protección.

—Eres muy hermosa. —Él continúa hablando, sin titubear y con una sonrisa torcida en el rostro

¡Por Dios que pasa con este chico! Dirijo mi vista de nuevo hacia él.

—¿Qué has dicho? —Él se ríe. —Éstas de broma ¿no? —Le digo girándome hacia el para tenerlo de frente, escucho una risa, es de Hércules.

—Ignóralo es su única forma de ligar, a todas les dice lo mismo. —Hércules toma un sorbo de vino.

—Cállate, ya estaba cayendo en mi trampa. —León lo dice como si eso estuviera pasando, cuando la verdad es que estaba a punto de echarle el vino encima.

En parte no querida.

—Eso dices tú, cuando solo estabas incomodando a la Dama. —Hace una pausa acomendándose en la silla. —Tú eres Mar ¿no es así? —Hércules confirma mi nombre, asiento y le doy una sonrisa de boca cerrada.

—Y yo Orión. —Él menor de los hermanos decide unirse a la charla. —Tú eres Sky ¿no? —Orión señala a sky con una sonrisa Colgate.

—Así es.

—¿Oye que te ha pasado en la mano? —León se dirige hacia Summer quien lo ve con cara de pocos amigos.

—Golpee a un chico.

—¿Pero que tuvo que hacer para que tu mano quedara así? —Él continua.

—Intento pasarse de listo, y las clases de boxeo no ayudan mucho en su recuperación. —Summer bebe un poco de su té helado

—¿Sabes boxear? —León se acomoda en la silla. Sky y yo cruzamos miradas.

—Ehh, sí, ustedes tienen unos nombres muy, muy... —Summer cambia radical mente de tema.

—Raros, es la palabra que buscas. —León termina la oración de Summer. —Si ya lo hemos escuchado antes.

—Bien, ahora, lo que si quisiera saber es de donde se conocen esos dos. —Orión dice señalando a mamá y Enrique.

Todos los miramos y a la vez aclaramos la garganta, hacemos que mi mamá y Enrique nos vean por primera vez en toda la noche.

—Disculpen nuestra interrupción, pero todos quisiéramos saber ¿De dónde se conocen ustedes dos? —Orión dice señalándolos. Mamá y Enrique se dan una mirada de complicidad.

—La historia comienza en la secundaria cuando Enrique me puso el pie y me caí a mitad del pasillo de la cafetería. —Mamá nos cuenta la historia de como conoció a Enrique. —Enrique era el popular de la escuela, era el inalcanzable, todas se morían por él, menos yo, y eso a él le molestaba. —Enrique se ríe. —Comenzó a seguirme por todos lados, hasta que me canse y para que me dejara en paz le dije que me gustaba y así me dejo en paz, pero solo lo hice para que se alejara, no era tan guapo como todas creían. —Enrique cruza los brazos, dejando salir una carcajada.

—No mientas, te morías por mí, saben que me dedico una canción. —Nos reímos y mamá se pone roja. —No sé si recuerdan esa canción de Selena, esa que dice. —Empieza a cantar la canción. —Amor prohibido murmuran por las calles. —Nos empezamos a reír y mamá se está empezando a molestar.

Cuando notamos a mamá, nos dejamos de reír, pero Enrique sigue riendo y tratamos de hacerle señas para que pare de reír, Enrique voltea a ver a mamá y nota la furia en su rostro y en un segundo, borra la sonrisa tonta de su rostro.

—Bueno, creo que ya es hora de irnos ¿no? —Enrique está nervioso, él pide la cuenta y abandonamos el restaurante.

Cuando íbamos en el auto de camino a casa, Enrique decide poner algo de música para calmar el ambiente, cuando enciende la radio, suena una canción única...

Amor prohibido murmuran por las calles

Porque somos de distintas sociedades

Amor prohibido nos dice todo el mundo...


Ya valiste madres....

Ese meme paso por mi cabeza cuando Enrique encendió la radio, todos empezamos a cantar a todo pulmón, Enrique no paraba de callarnos, estaba tan nervioso que no se le ocurrió apagar la radio, al final mamá se rindió y comenzó a cantar con nosotros, ese momento se sintió tan bien, se sintió agradable, por un momento se olvidó la tristeza que todas sentíamos.

Llegamos a casa y nos despedimos de los Mendoza, cuando entramos lucas nos recibe con tremenda alegría, pareciese que no nos haya visto en mucho tiempo, cada quien se retira a sus habitaciones, dándonos las buenas noches.

***

—¿Cómo estás amigo? —JC se sienta con Jason.

—Aburrido, dijiste que conocería a unas personas amigas de papá.

—Pronto, Lee, pronto. —JC besa la cabeza de su hermano, comenzando a jugar con él, en la sala de estar.

***

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora