30. Abuelo

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Mar Gallego

¿Por qué? ¿Porque me está diciendo todo esto? ¿Qué gana él?

Me ahogo con el wiski.

—¿Tu mano derecha? —Lo miro sorprendida.

—Si.

—Juan Carlos

—Dime —Se sienta a mi lado, y sus ojos se posan en mi rostro.

—¿Qué es lo que buscas? —Frunzo mi seño y él deja salir un suspiro.

—Mira, te explicó, por que como que eres un poco retrasada ¿no?

Definitivamente ya está borracho.

—En el transcurso de estas tres semanas, vendrás todas las noches, a entrenar.

—¿Entrenar?

—¡Que te calles! deja de preguntar y ¡escucha! —Hace berrinche —Bien, escucha, vendrás todos los días a entrenar en las motos, clases de tiro, y lucha —Levanta los brazos como que, si lo que dijera fuera una declaración ante la realeza, su rostro expresa alegría, el emana ese sentimiento de poder —¡serás mi mejor obra!

—En pocas palabras quieres que me convierta en un soldado para ti —Él asiente con una sonrisa de oreja a oreja —¿Que tienes planeado?

—El trono Gállego, el trono —Lo miro confundida y él rueda los ojos —¿No entendiste verdad? —niego lentamente —Seré el líder de las cuatro maras, si el resto de los lideres ya no están, y ahí es donde entras tú, en estas tres semanas habrá dos fiestas importantes, en donde conocerás al resto de las otros manos derecha y sus lideres, tu al ser mujer, creerán que eres débil, y cuando menos se lo esperen ¡PUM! los matas a todos, y soy el rey —Lo veo horrorizada.

—No voy a Matar a nadie —Me pongo de pie, trato de buscar fuerza en mi voz, pero no lo consigo.

—Lose, eres débil, no tienes lo suficiente para matar, al que mato a tu padre —JC toma la botella y le da un trago.

—No, no jugaras así conmigo.

—Nadie está jugando, harás lo que te diga, no iras con la policía, no hablaras con nadie de lo que hablamos esta noche, y si me llego a enterar de que andas cantando rancheras con alguien más, no solo tu padre estará muerto —JC comienza a caminar alrededor mío —Tu mami, tus hermanitas, tu perrito ¡Aw, pobre! Te quedarías sola en este mundo, Que triste.

Agárrame que lo mato.

La impotencia que siento en este momento, maldito sea mi orgullo, si hubiera aceptado que León pagara la cuenta se Sky no estaría metida en esto. Un fuerte nudo se acomoda en mi garganta, la colera se está empezando a manifestar.

—¿Ya me puedo ir?

—Te espero mañana —JC se acerca a la puerta y la abre para que salga, No espero un segundo más y salgo de ese lugar.

Camino lo más rápido posible, por los pasillos de la polvera para poder salir.

Llego a la salida y lo primero que hago es dejar salir todo, vomito, he arrojado todo lo que había comido, las náuseas que me causo esa "junta" han sido las más horribles que he experimentado.

Ya con las entrañas afuera, busco mi móvil para marcarle a León.

📲En la llamada📲

—Hola ¿León?

—Mar ¿Dónde estás?

—En la entrada, hay que irnos.

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora