21.La Polvera

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Mar Gallego

Miles de escenarios cruzan tu cabeza cuando tu vecino, te llama casi al anochecer diciéndote que tu hermana, la que siempre tienes que andar cuidando, está metida en problemas y que la única persona que al parecer me puede ayudar es un maldito sexy hombre, que se cree sacado de un libro.

—¿Que te dijo Hércules? —Aun sigo viendo el móvil luego de la llamada de Hércules —Mar ¿Estas bien? —Summer me saca de mi transe.

—Tengo que ir por León, es Sky, está metida en algún tipo de problema —Digo levantándome de la cama, y cambiándome de ropa.

—¿Se metió de nuevo en problemas? Llevaba un tiempo tranquila —Summer se cruza de piernas en mi cama mientras yo busco unos jeans, y una camisa grande en mi armario.

—Desde que iniciaron las vacaciones y nos mudamos a esta casa, Sky ha estado tranquila.

—Sin dejar atrás que Hércules ha influido en ella.

—Summer, creo que esta vez las cosas son más serias —Ya cambiada, me pongo una gorra, y tomo la mochila roja, mi móvil y salgo de mi habitación.

—Llevas la mochila roja ¿Tan malo crees que sea?

—No tengo ni idea de adonde voy, asi que es mejor ir preparada.

La mochila roja, es para casos especiales, bueno casos de hermanas, como ya se había hecho costumbre de salir por ellas cada vez que se molestaban, o se iban de peda, tenía que estar preparada para cada momento, así que siempre tengo la mochila roja preparada, para cualquier situación, es como mi bolsa de Mary Poppins.

—¿Te acompaño? —Summer viene detrás de mi bajando las escaleras.

—No, será mejor que te quedes por si pasa algo, te mandare la ubicación, si llega a pasar algo, y tratare de mandarte un mensaje cuando sepa algo de Sky ¿De acuerdo?

—¿Qué pasa si no llegas?

—¿Si no llego a dónde?

—Si no llegas de nuevo a casa —Me quedo helada, luego de las palabras de Summer, me giro para verla a la cara.

—Escúchame, si no regreso mañana a esta hora, no llores, no cometas una estupidez, porque mamá solo te tendrá a ti, cuídala, cuida a Lucas, se feliz, vive tu vida sin meterte en problemas, porque si no regresamos tú serás la única salvación de mamá ¿Sí? —Mis ojos empiezan a humedecerse —Summer necesito saber si me entendiste —Me niega la mirada —Summer no puedes volver a tirar tu vida, así como lo hiciste con papá ¿Entendiste todo lo que te dije? —Ella me ve con los ojos húmedos y asiente, me acerco a ella y la abrazo depositando un beso en su cabeza para luego irme de ahí.

Entiendo a Summer, es normal que se ponga así, la última vez que alguien de la familia salió no volvió, y tiene miedo de quedar se sola, de no poder salir de ese pozo de tristeza.

Camino a casa de los Mendoza, y toco el timbre, y no hay respuesta, comienzo a tocar la puerta, hasta que Orión la abre.

—¿Mar? ¿Qué pasa? —Orión se hace a un lado para que pueda entrar.

—¿Dónde está León? —Entro a la casa, y espero que Orión me diga donde esta.

—Está en la cocina ¿Mar, que pasa? —Orión me indica donde esta León para lo que me encamino a esta.

—¡León! —Llego a la cocina y él está de espaldas tomando agua —¡Necesito tu ayuda!

—¿Qué pasa? —Él me ve confundido y saco mi móvil.

—Hércules me llamo, él y Sky están en problemas, me mando está dirección y me dijo que te buscara —Le enseño la dirección a León, y el la ve.

—¡Mierda! Hay que irnos ¡Ya! —León sale corriendo escaleras arriba.

—¿Pero a dónde? —Le grito desde la planta baja.

—¿Y Summer? —Orión me dice a mis espaldas.

—Está en casa, se quedó muy preocupada, deberías ir a verla —Le doy una sonrisa a Orión, el sale de la casa, en busca de su amada —León baja ya —Le grito desde la planta baja, no recibo respuesta, por lo que subo a su habitación en su busca, cundo llego a esta me encuentro con León saliendo por su ventana.

—¡León! —Este me ve y se apresura a salir, salgo corriendo escaleras abajo, saliendo de la casa, para poder alcanzarlo, llego a la cochera donde él está tratando de encender una moto.

—¡Mar apártate! —Me indica consiguiendo encender la moto y acelerando.

—Y tu ¿Quién te creíste? ¿Eh? Es mi hermana de la que estamos hablando, no me puedes dejar aquí, esperando que vayas a saber dónde y ser el héroe del cuento que nadie quiere leer —Me acerco a él.

—Es peligroso, no te llevare haya.

—Eso yo lo decido, no tienes el derecho en venir y prohibirme a donde ir, y más si es uno de los integrantes de mi familia la que está en peligro —Le hablo con autoridad, y agarro un casco que esta por ahí, me quito la gorra y me lo pongo, me subo a la moto y le indico que arranque sujetándome de la parte de atrás de esta, pero León toma mis manos y las pone alrededor de su cintura haciendo que lo abrace.

—Es más seguro agarrarse de aquí —Veo por el retrovisor que una sonrisa se dibuja en sus labios.

—Si, claro —León arranca la moto, y salimos a alta velocidad a la dirección que me dio Hércules.

Llevamos un rato de camino hasta que llegamos a un edificio abandonado lleno de grafitis, donde al parecer hay una fiesta, me bajo de la moto, seguido de León.

—¿Dónde estamos? —Le pregunto a León dándole el casco.

—A esto, le dicen La Polvera —Se saca el casco y comienza a caminar.

—¿La Polvera? —Lo sigo a pasos apresurados.

—Si, sígueme no te alejes de mí, este lugar es peligroso, y no tomes nada, no huelas nada, no toques nada, ni hables con nadie.

—¿Por qué? —León se da media vuelta poniéndose enfrente de mí.

—Le llaman La Polvera, porque aquí abundan las armas, delincuentes, drogas, todo dealer viene a vender su mercancía aquí, aquí se reúnen todos los Gangster —León vuelve a tomar camino —La polvera le pertenece a Juan Carlos Alemán, él es el jefe de la carreras de moto, y si nuestros hermanos están aquí no es nada bueno, así que no te alejes de mí —León toma mi mano, y nos adentramos a la polvera, apenas entramos mis oídos no escuchan más que la música, luces de todos los colores chocan en mi rostro, la mano de León me sujeta con más fuerza, mientras nos adentramos entre toda la multitud, nos detenemos enfrente de una puerta con un gran letrero brillante iluminando "V.I.P" León se acerca al hombre que cuida la entrada, un tipo alto y musculoso, con un brazo lleno de tatuajes.

—¿Código? —Él hombre le pregunta a León.

—León Mendoza, Moto 1022, tarifa 30K —El hombre nos deja entrar, y León comienza a caminar, adentrándose a la zona VIP, aquí la música se escucha menos, Nos adentramos a un pasillo donde está lleno de puertas con números en estás —Dame tu teléfono —León me ordena, a lo que lo saco y se lo doy.

—¿Que buscas?

—Hércules te mando la dirección ¿Verdad? —Asiento —Vez las puertas, cada una tiene un número del 1 al 50, mi moto es la 22, así que mi puerta es la 22.

—¿Qué tiene que ver eso con nuestros hermanos?

—Si Hércules te pidió que me buscaras, es porque debe de estar aquí, y si él no está en mi puerta, estamos en problemas —León comienza a seguir la ubicación y llegamos a su puerta, pero la ubicación no marca ahí —¡Mierda! ¿Qué hacen esos dos aqui? —Continuamos siguiendo la dirección.

—Me hago la misma pregunta. —Llegamos a la puerta 43, donde León se detiene.

—Están aquí.

—Y que esperamos a entrar —Le digo posicionándome enfrente de él.

—¡León!

Mar ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora